En estado de «asfixia». El campo de la Región de Murcia ha decidido sumarse a las protestas generalizadas de estas últimas semanas que están llevando a cabo las diferentes organizaciones agrarias y ganaderas que representan al sector en toda España por los bajos precios en origen y los altos costes de producción que dejan a los productores con un «endeudamiento económico que nos arrasa». El próximo viernes 21 de febrero esa cita con las protestas del campo será en Murcia, con una movilización total de todo el sector y que estará comandada por Coag, Upa y Asaja, las tres principales organizaciones agrarias y ganaderas de la Región.

Ayer mismo sus representantes lograban en una reunión con asociaciones de exportadores (Proexport y Apoexpa), sindicatos (CC OO y UGT) y la comunidad de regantes (Scrats) un apoyo «masivo y unánime» para esta manifestación en la que quieren mostrar su hartazgo por la falta de rentabilidad que sufren las explotaciones en todo el territorio nacional. La crisis en el campo ya está dejando cifras de empresas en quiebra o en concurso de acreedores «como nunca antes habían visto» las organizaciones agrarias.

Los costes de producción, según señalan, han aumentado un 30% en los últimos tres años en la Región, lo que produce un endeudamiento que «asfixia al campo». «Cuando se hacen las liquidaciones de nuestros productos no queda nada», señalaba Miguel Padilla de Coag, es decir, cero euros de beneficio. Señalan las organizaciones que nunca antes tantos productos del campo han estado con un precio por debajo de su coste de producción, lo que ha llevado a una caída de la renta agraria en 2019 de un 9%, y aquí las organizaciones ponen encima de la mesa el problema que están teniendo con la fruta de hueso, la flor cortada, la miel, el cordero, u hortalizas como el brócoli, este último un fiel reflejo para ellos de lo que ocurre en el sector: «No puede ser que se venda un kilo de brócoli a 30 céntimos y aparezca en el mercado a 2 euros».

La manifestación en Murcia será el punto de partida de los productores regionales para exigir medidas, también, por el temor que mantienen con el agua para regadío procedente del Trasvase Tajo-Segura o impedir la competencia desleal de terceros países, motivo por el cual culpan a la Unión Europea de negociar con productores externos al territorio europeo bajo una serie de condiciones muy laxas. «Nos exigen requisitos y costes de producción para producir y en los acuerdos comerciales con terceros países no se les exige ninguno», remarcan.

Son conscientes de que el Estado no puede regular el mercado y poner un precio mínimo, pero piden una revisión de la Ley de la Cadena Alimentaria y evitar las práctica abusivas con una normativa europea común que las persiga, hacer un estudio de los costes de producción de cada alimento para que se pueda tener una referencia o impulsar una negociación entre la industria agraria y ganadera y los operadores comerciales para «pedirles que tengan un comportamiento razonable» en cuanto a los precios que se establecen.

La «mayor crisis que ha atravesado el campo de la Región» ya está dejando cifras alarmantes para el sector: «En dos o tres años habrá una reconversión brutal de agricultores y ganaderos. El año pasado entre 5 y 6 empresas del sector importantes han cerrado en la Región de Murcia».

Europa, veto ruso y aranceles

En la cabeza de los productores también está el reivindicar una negociación con Reino Unido para que se «atenúen los aranceles y seguir exportando con normalidad tras el Brexit». El daño que hace a las exportaciones regionales el veto ruso sigue coleando desde 2014 y piden replantear las relaciones entre la Unión Europea y Rusia «para dar salida a la producción que antes iba a ese mercado». Con la Política Agraria Común exigen al Gobierno central que pelee en Europa un «presupuesto suficiente» para mandar fondos a los agricultores.