La Consejería de Salud ha extremado la vigilancia sobre las recetas del fármaco Rivotril, un potente ansiolítico que es utilizado para la elaboración de estupefacientes y que está en el origen de varias agresiones a sanitarios que se han registrado en los últimos meses en la Región de Murcia con el objetivo de conseguir que se lo recetaran. El consejero, Manuel Villegas, informó ayer de que el pasado año se detectaron 90 recetas falsas de este medicamento, lo que fue notificado a la Guardia Civil, y «este año ya llevamos 70».

Ante las denuncias de los profesionales sanitarios, que demandan más protección de las autoridades y vigilancia en los centros de salud (en el de Los Mateos, en Cartagena, donde se ha producido la agresión esta semana no hay) Villegas afirma que «se están tomando medidas porque desde hace unos años se ha percibido un aumento en la prescripción de Rivotril y la detección de recetas falsas, ya que es un medicamento que se utiliza para elaborar drogas, lo que es un delito, de ahí que estemos colaborando con la Guardia Civil desde hace tiempo para que se investigue».

Además, el Servicio Murciano de Salud (SMS) está trabajando desde hace tiempo para retirar el Rivotril de la prescripción de los centros de salud. De tal manera que, de forma inminente, la prescripción se hará exlusivamente desde el hospital o desde los centros de salud con receta electrónica, por lo que los pacientes que tomen este fármaco lo podrán retirar directamente en las farmacias. Además, no se le dará validez a las recetas en papel.

El SMS también explica que «en aquellos casos en los que se esté detectando amenazas se va a personar el SMS para interponer denuncia, de forma que puedan actuar los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado».

Por otra parte, la Consejería dice que desde el Servicio de Ordenación Farmacéutica se está trabajando conjuntamente con la Guardia Civil y con el Colegio Oficial de Farmacéuticos con el fin de detectar dispensaciones anormales de Rivotril en las oficinas de farmacia en el ámbito de la Medicina Privada.

El sindicato médico Cesm ha denunciado la situación de desprotección y el aumento de las agresiones y amenazas a facultativos, muchas de ellas por la prescripción y dispensación del fármaco Rivotril, un potente ansiolítico con el que las mafias trafican para mezclarlo con hachís en Marruecos y crear una droga llamada 'karkubi'. Cesm considera que las agresiones y amenazas a médicos de Atención Primaria se podrían evitar en los casos relacionados con el Rivotril si se prohibiera su prescripción en centros de salud o se necesitara un visado de inspección.