Cuando toman el bastón de mando, la mayoría de los flamantes alcaldes proclama su compromiso con los vecinos para los próximos cuatros años en la Alcaldía. Aseguran que trabajarán por y para los ciudadanos, pero no todos llegan a terminar su mandato. Su gestión se interrumpe por motivos muy variados: desde razones personales hasta problemas con la Justicia o incluso por recolocaciones en otro cargo ejecutivo que les impide compatibilizar como regidores. También hay razones poderosas contras las que poco pueden combatir, como es una moción de censura, que los desaloja a la fuerza.

Desde que tomaron posesión tras las elecciones del 24M de 2015, ocho alcaldes de la Región de Murcia han abandonado la Alcaldía, dejando sus proyectos a medio camino. Cinco de ellos se debieron a renuncias de los propios regidores: Eduardo Contreras en Molina de Segura; Francisco Jódar en Lorca; Domingo Coronado en Las Torres de Cotillas; Jesús Molina Izquierdo en Abarán y Diego Conesa en Alhama. A ellos se añaden los casos de Torre Pacheco, Blanca y Pliego, donde tres mociones de censura echaban de la Alcaldía a Fina Marín, Pedro Luis Molina y Ramona Jiménez, respectivamente. La cifra asciende a once si se contabilizan los tres regidores que tenían acordado, por pactos, rotar en el puesto, como es el caso de Cartagena, Moratalla y Totana.

Este número de primeros ediles que no han terminado el mandato se dispara si se extrapola a todos los concejales: hasta un total de 77 ediles, repartidos en 30 de los 45 municipios de la Región de Murcia, han renunciado a su acta de edil a lo largo de estos tres años y medio, según el recuento elaborado por esta Redacción.

Las Torres, a la cabeza en bajas

Las Torres de Cotillas ha sido la corporación con más abandonos de concejales: ocho ediles han presentado su renuncia desde junio de 2015, empezando por el propio regidor, Domingo Coronado, quien «daba un paso al lado» para centrarse en la Asamblea Regional.

Al igual que ocurre con los alcaldes, las renuncias de los concejales responden a motivos muy diversos. Aunque hay situaciones llamativas, como le ocurrió a la concejala del PP de Yecla Inmaculada García, quien tuvo que dimitir después de conocerse que mantuvo un incidente con el portero de una discoteca. «Ser un servidor público conlleva una ejemplaridad en el comportamiento», reprochaba el regidor, Marcos Ortuño.

La mayoría de los ediles dimitidos, no obstante, alega razones personales. Otro argumento frecuente es su ascenso a un cargo de la Comunidad Autónoma. Es el caso, por ejemplo, de Remedios Lajara, quien dejaba su puesto como concejala en Yecla para ocupar la Dirección General de Centros Educativos. Otro ejemplo es el de Laura Sandoval, quien pasó de edil en Alcantarilla a directora general de Ordenación del Territorio.

Los imperativos laborales también han supuesto otra causa de las renuncias. En Archena, el edil del PSOE José Javier Moreno tuvo que dejar el Ayuntamiento tras ser trasladado en su trabajo a otra ciudad, lejos de Archena. En Alhama de Murcia, la socialista Eulalia María Carrillo emprendía una etapa profesional tras aprobar unas oposiciones, según indican fuentes municipales.

También sucedió el caso de un edil que perdía la vida: el concejal de IU de Fortuna Salvador Alarcón fallecía tras sufrir un infarto fulminante.

Caso Roque en Murcia

En la capital de la Región, la renuncia más sonada fue la de Roque Ortiz. El otrora concejal de Fomento dimitía tras el escándalo de los audios -publicados por LA OPINIÓN-, en los que se revelaban al propio Ortiz dando instrucciones -no muy afortunadas- a pedáneos y vocales populares sobre las elecciones de 2019.

En Murcia también presentaba la baja el portavoz socialista, José Ignacio Gras, quien renunció por discrepancias en la negociación de los presupuestos municipales. Igualmente se marchó Luis Bermejo, que antes de pasar a ser edil no adscrito había abandonado Ahora Murcia después de que sus compañeras de grupo le acusaran públicamente de mantener relaciones societarias con personas investigadas por casos de corrupción urbanística.

En Cartagena sólo ha habido dos bajas durante este periodo: los socialistas Obdulia Gómez y Francisco Aznar, quienes dimitieron para unirse a la Delegación del Gobierno en el equipo de Diego Conesa.

En cambio, 15 municipios mantienen los mismos rostros que prometieron o juraron el cargo en 2015: Abanilla, Águilas, Albudeite, Alguazas, Bullas, Campos del Río, Fuente Álamo, Mazarrón, Mula, Ricote, Torre Pacheco, Santomera, Ulea, Villanueva del Río Segura y Yecla.

Los dimitidos

Eduardo Contreras, Molina de Segura

Fue el primer regidor que se marchó motu proprio. Tras 21 años como alcalde de Molina de Segura, Eduardo Contreras anunciaba su dimisión en marzo de 2016, semanas después de que declarara como investigado por un delito de prevaricación en la permuta de unos terrenos municipales por otros privados para construir una escombrera. El primer edil presentaba su renuncia ante el temor de que prosperara una moción de censura de los grupos de la oposición. «Me salgo para que no gobierne la izquierda», decía Contreras. Poco después, en un pleno de investidura de suspense, el POSE lograba los apoyos para la Alcaldía y dejaba fuera del Gobierno local a los populares.

Francisco Jódar, Lorca

Fernando López Miras incluía en su primer equipo de Gobierno al entonces alcalde de Lorca como nuevo consejero de Agua y Agricultura. Era mayo de 2017 y la designación obligó a Francisco Jódar a presentar su dimisión como regidor tras diez años en el cargo. La Alcaldía quedó en manos del también popular Fulgencio Gil. «Fue un honor estar al frente de Lorca en una época que ha sido difícil», afirmaba Jódar, que afrontó como primer edil los seísmos de 2011. Su periplo en la Consejería apenas duró un año. En mayo de 2018, López Miras remodelaba su gabinete y prescindía de Jódar. El pasado agosto, el exregidor renunciaba a la Presidencia del PP local, que había liderado desde 1999.

Domingo Coronado, Las Torres de Cotillas

Durante un pleno ordinario en Las Torres de Cotillas, el alcalde, Domingo Coronado, anunciaba por sorpresa su renuncia ante los concejales presentes. «Voy a cumplir 65 años y ya es hora de dar un paso al lado», explicaba. Coronado, que había regido el municipio desde 2003, cedía el bastón de mando en noviembre de 2017 para centrarse en sus labores de parlamentario regional. «Como a los coches se les va acabando la gasolina, siento que debo ir bajando el ritmo», apuntaba Coronado, quien desde 2015 es diputado de la Asamblea. «Me fui dejando al Ayuntamiento saneado económicamente y con muchos proyectos terminados», señalaba. Isabel Zapata tomó el relevo.

Jesús Molina Izquierdo, Abarán

Jesús Molina Izquierdo alegó motivos «estrictamente personales» para explicar su renuncia a la Alcaldía de Abarán, que presentó en febrero de este año. Pero su mandato estuvo salpicado por desavenencias en el seno del partido, que se sumaron a la dificultad de gobernar tres años en minoría. «Si sigo, me va a costar la salud», comentaba Jesús Molina en su círculo interno. Su lugar lo ocupó José Miguel Manzanares, quien por entonces no contaba con acta de concejal en el Ayuntamiento. Jesús Molina Izquierdo había sido alcalde de Abarán en otra etapa (entre 1995 y 1999), un cargo que volvió a ocupar en 2011 hasta su adiós definitivo.

Diego Conesa, Alhama de Murcia

Desde que en septiembre de 2017 Diego Conesa ganara las primarias a la Secretaría General del PSRM-PSOE, su mandato en Alhama de Murcia tenía los días contados porque su siguiente paso era presentarse como candidato a San Esteban. «Y si los militantes me eligen candidato, por respeto a la institución de la Alcaldía, la dejaría», aseveraba Conesa, quien prometía que seguiría como concejal. Peros los acontecimientos se desencadenaron: al tiempo que era proclamado candidato a la Comunidad, Pedro Sánchez se instalaba en La Moncloa y el nuevo Gobierno socialista nombraba al acalde de Alhama delegado del Gobierno en la Región. Conesa dejó su acta por incompatibilidad.

Los desalojados

Fina Marín, Torre Pacheco

Poco le duró la alegría a Fina Marín en la Alcaldía. Fue nombrada alcaldesa en 2015 tras ganar las elecciones por mayoría simple, con lo que mantenía el cargo al que llegó en 2014 tras la renuncia de Daniel García Madrid. Sin embargo, apenas seis meses después de tomar posesión, los Independientes, el PSOE y Ganar Torre sacaban adelante una moción de censura y el independiente Antonio León Garre se convertía en el nuevo alcalde. Fina Marín se encontraba en el momento de la moción imputada por prevaricación. Su causa fue archivada por la Justicia tiempo después. El hoy alcalde de Torre Pacheco indicaba que la moción a Marín fue por el «desgobierno y no por su imputación».

Pedro Molina, Blanca

En 2015 ocupaba la Alcaldía una formación de izquierdas «por primera vez desde 1939», como así presumía el regidor socialista Pedro Luis Molina. Pero en diciembre de 2016 el PP y Blanca Puede presentaban una moción de censura y la popular Esther Hortelano

se alzaba con el bastón de mando. Precisamente los dos ediles de Blanca Puede, que ya se habían desvinculado de Podemos, habían facilitado la Alcaldía al PSOE dos años antes. Pedro Luis Molina aseguraba que la moción «sólo respondía a intereses personales y no a las necesidades reales de los vecinos». Desde Blanca Puede justificaron que había una situación de «inmovilismo absoluto y paralización».

Ramona Jiménez, Pliego

Ramona Jiménez fue elegida regidora por primera vez en 2015, pero fue desalojada de la Alcaldía de Pliego en junio 2017, tras prosperar una moción de censura presentada por el PSOE y apoyada por Ciudadanos. «No tiene justificación alguna la moción», criticaba el ahora senador Francisco Bernabé, «ya que ni Ramona Jiménez ni ningún miembro de su gobierno tienen problema alguno con la justicia». El socialista Pedro Noguera se convertía en el nuevo regidor, tras suscribir un acuerdo de 22 puntos para definir la hoja de ruta del municipio. La moción, afirmaban, se basaba en que el Gobierno local «incumple de manera sistemática los acuerdos plenarios».

Los que han rotado

José López, Cartagena

Movimiento Ciudadano y el PSOE pactaron en Cartagena repartirse la Alcaldía en dos años. José López empezó el mandato y cedió el turno a la socialista Ana Belén Castejón. Ambos grupos han roto su pacto.

Candi Marín, Moratalla

Candi Marín ejerció como regidora de Moratalla durante dos años antes de dar paso al socialista Jesús Amo. Después Marín renunció como edil para volver a su trabajo en el Ayuntamiento de Moratalla.

Juan José Cánovas, Totana

El acuerdo de Gobierno entre PSOE e IU-Ganar Totana propició que el bastón de mando del Ayuntamiento de Totana se repartiera durante dos años entre Juan José Cánovas y el socialista Andrés García Cánovas.