Amalio Garrido, el primer gerente del Ente Público del Agua -presidido por el exconsejero de Agricultura Antonio Cerdá- tampoco asumió ninguna responsabilidad sobre los contratos de la desaladora de Escombreras. Amalio Garrido, que declaró ayer después de la comparecencia de Cerdá y permaneció en el Juzgado hasta las 16.00 horas, recordó que él procedía de la empresa Aguas de Murcia y dijo que no era un técnico. Según indicó, era «químico».

Detalló también que el consejo de administración del Ente Público del Agua se reunía mensualmente y que las actas de cada sesión se redactaban de cabeza unos días antes de la siguiente cia, unos 25 días después.