Transparencia a más de tres metros de profundidad en las aguas del Mar Menor

Con estos niveles de transparencia ya en el mes de abril, indican técnicos de la consejería de Medio Ambiente, el Mar Menor estaría este año mejor preparado para soportar, si sucediera, el Efecto Lucifer que pasó factura el pasado verano al estado de la laguna cuando, durante las últimas semanas de julio y agosto, una ola de calor inesperadamente extensa favoreció la proliferación de fitoplacton y la reavivación del proceso de eutrofización que sufre.

Estos datos se conocen al tiempo que el Gobierno regional lanza la 'Estrategia de Gestión Integrada de Zonas Costeras del Mar Menor', que presentaron ayer el consejero de Medio Ambiente, Javier Celdrán, y el profesor José Manuel Barragán, doctor de la Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales de la Universidad de Cádiz, quien ha coordinado y liderado el equipo de diez expertos que ha trabajado en la elaboración de este documento.

Y es que no se puede olvidar que el Mar Menor, con seis figuras de protección ambiental, es uno de los espacios naturales de la Región más protegidos. Pero, aun así, no hemos podido evitar que sufra un proceso de eutrofización que lo ha dejado al límite. Por ello, el documento que se presentó ayer viene a marcar las pautas a seguir para un desarrollo económico, social e institucional en equilibrio en el entorno de la laguna. En definitiva, y como matizaba el profesor Barragán ayer durante la presentación de esta Estrategia, el texto busca dar soluciones para la «relación afectiva» entre el Mar Menor y sus gentes. «Es un charquito de agua si lo comparamos con el Mediterráneo, pero es su charquito, y quieren cuidarlo», aseguraba durante su intervención.

Para la elaboración del documento, que cuenta con una extensión de 238 páginas, el equipo liderado por el profesor Barragán ha trabajado a través de un proceso participativo, basado en la consulta con diferentes sectores de la sociedad. Se estructura en tres metas estratégicas, 27 acciones y nueve planes. Entre las acciones, ya hay algunas que se han puesto en marcha durante el proceso de elaboración de la Estrategia, como la creación de una comisión interdepartamental en el seno de la CARM o la puesta en marcha de los Comités de participación.

A través de los diferentes planes operativos, se trabajará en el control de equipamientos de las actividades en el entorno del Mar Menor, para lo que se trabajará desde la consejería con los ayuntamientos del entorno de la laguna; sobre la reducción de los aportes contaminantes a las aguas de la laguna; la recuperación ambiental de las sierras vertientes; el control sobre las reservas pesqueras o la adaptación al cambio climático, entre otros.

Así, se combinan en esta estrategia acciones a corto plazo con otras a medio y largo plazo, en las que se involucra a los diferentes niveles de la administración pública, como una herramienta para la Comunidad Autónoma. «No debe tener color político», apuntó el profesor Barragán.

Sistema de trabajo

El investigador explicó durante la presentación de la estrategia que, al plantear el trabajo, decidió diferenciar el Mar Menor y su gestión. Así, el proceso de elaboración del documento se centró en una serie de encuentros realizados con un centenar de representantes de la sociedad, la empresa, la administración pública y la ciencia. A través de diversos grupos de trabajo, foros y plenos, se analizaron propuestas de mejora de la situación y se dieron y valoraron las posibles soluciones, de modo que se consensuó entre todos los participantes las propuestas que se recogen en el documento.

Se trata, como matizó Barragán, de que «las personas y las instituciones actúen», ya que «el Mar Menor está esperando». Muchos de los resultados de esta estrategia, aseguró Celdrán, no se podrían empezar a materializar hasta que no pase un plazo de dos o tres años, aunque otras medidas conseguirán soluciones con un carácter inmediato.