Una de cada cuatro familias propietarias ha confiado la dirección de la empresa a una mujer, según revela el Barómetro de la Emprea Familiar presentado ayer.

El informe que dirige Ángel Meroño destaca especialmente que «la presencia femenina en el puesto de máxima responsabilidad es superior en las empresas familiares» que en el resto, dado que alcanza el 25%.

La mayor proporción de mujeres al frente de la dirección se localiza en las microempresas, en las que alcanza el 30%, y en las compañías que están dirigidas por la segunda generación (28,6%). En la tercera generación el porcentaje se reduce al 16,7%.

El perfil del gerente de las empresas familiares corresponde a un varón de 50 años que accedió al mundo laboral con 20 años, lo que le confiere una experiencia de tres décadas. Los varones se han incorporado antes al trabajo y han empezado a los 19 años, tres años antes que las mujeres.

En el caso de los fundadores la edad de incorporación al trabajo se sitúa en los 17 y alcanza ya una experiencia de 36 años, frente a los 21 que acumulan los gerentes pertenecientes a la segunda generación.

Los varones suelen llevar más de la mitad de su vida laboral en la gerencia de la empresa, por lo que han pasado menos tiempo en otros puestos o en otras empresas diferentes. Sin embargo, las mujeres suelen tener menos experiencia en la dirección, pero han pasado por diferente puestos antes de asumir la gerencia.