En su informe descarta cualquier tipo de responsabilidad penal del presidente Pedro Antonio Sánchez en el caso Auditorio. ¿Por qué?

En el dictamen digo lo que entiendo, en base a mis conocimientos jurídicos. Otra cosa es que lo que digo favorezca a uno o a otro. El dictamen no pretende propiciar nada. Y sobre lo que me pregunta de la responsabilidad penal, pues no la veo. Sinceramente, creo que no ha lugar. No vamos a releer el dictamen entero. Partimos de la premisa de que este señor (Pedro Antonio Sánchez) no es abogado ni jurista, ni tiene conocimientos en materia de contratación pública. Y el Código Penal y la jurisprudencia del Tribunal Supremo dicen que no hay delito sin dolo, sin conciencia y voluntad para realizar los hechos que lo integran. En el caso por el que me pregunta, está muy claro que no la hay.

Pero los jueces ven indicios de cuatro delitos...

Si comenzamos con la prevaricación, cometer una serie de posibles errores administrativos tiene poco que ver con prevaricar. Una prevaricación, para que sea delito, tienen que concurrir muchas cosas. La actuación administrativa no solo debe ser ilegal, sino injusta, arbitraria y con pleno conocimiento. Para que haya fraude se necesita de una especie de concierto de los interesados para defraudar a la administración en un nivel, como le digo, que no sea una simple irregularidad administrativa. Respecto a la malversación, no consta por ningún lado que nadie se haya llevado dinero al bolsillo. No hay prueba alguna de lucro por parte del exalcalde ni del resto de investigados. Y en cuanto a la falsedad, ¿cuál es el documento falsificado? Yo no lo he encontrado.

Entonces, ¿cómo se explica que un fiscal y una juez sí hayan visto indicios de delito?

La investigación es comprensible desde el punto de vista de que la juez de Lorca pudiera haber tenido la sospecha de que algo podría haber e iniciara las diligencias. A mi juicio, en la exposición razonada se basa en meros indicios. Para mí, todo lo que se dirime es puramente administrativo. ¿Alguien ha visto volando un paquete de euros de una mano a otra en este caso? No hay la más mínima prueba de eso.

¿Augura entonces un final feliz para el presidente?

Pienso que debe ser así.

Habrá quien piense que usted llega a estas conclusiones porque el dictamen se lo ha encargado el presidente...

A mí el señor Sánchez no me ha encargado nada. Si estuviera dictando una demanda, sacaría todos los flecos posibles a favor de mi cliente. Pero en un dictamen, no. Tengo 76 años y, a estas alturas, no está uno para jugarse el prestigio.