«No hay dinero para cortar tantas cañas». Es la respuesta de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ante las reclamaciones de varias localidades murcianas, que piden ayuda para que se limpien las ramblas de la Región. «Cortarlas es un método ineficaz, porque crecen muy rápido», dicen desde la CHS, «por lo que estamos estudiando y probando dos métodos alternativos para conseguir la solución definitiva», añaden. Uno de los tratamientos en prueba es la colocación de láminas de plástico negro sobre las cañas para impedir su desarrollo. El segundo es la plantación de grandes árboles para que su sombra frene su crecimiento. Es decir, se busca eludir el sol para que no se reproduzcan.

El junco se concentra en las orillas del Segura a su paso por Lorquí y por eso la concejala de Urbanismo del municipio, Carmen Baños, alertaba la pasada semana del riesgo de inundación que existía como consecuencia de la acumulación de las ramas. «La máquina de la CHS limpiaba el cauce de la zona, pero dejó de hacerlo hace tres años», según denunciaba un vecino.

No obstante, la Confederación insiste en que «gastar recursos económicos para cortar las cañas no es eficaz», porque se lucha ante una especie invasora que crece tres y cuatro centímetros al día. «Vuelven a aparecer con rapidez al cabo de un mes. Su ritmo de progresión es muy alto y tenemos poco dinero», esgrimen.

A esta demanda de Lorquí se unió el pasado domingo la pedanía murciana de Los Ramos, que exigió el saneamiento de las ramblas del cementerio y de la Peñeta. «Es urgente que se limpien porque los escombros acumulados y la vegetación que no se ha retirado en años puede provocar desbordamiento con las lluvias de otoño», comentó el alcade pedáneo, Enrique Ayuso. «Los Ramos se puede inundar».

Proyecto ´Ripisilvanatura´

La Confederación busca «una solución definitiva» para el problema y espera encontrarla en el proyecto ´Life+ Ripisilvanatura´. Se trata de una iniciativa que se puso en marcha el año pasado y fue ratificada por el Consejo de Ministros en julio de este año con el propósito de controlar las especies exóticas invasoras, como es la caña (arundo donax), que «se hallan fuera de su distribución natural y afectan al ecosistema nativo», como señalan en la CHS. El experimento, que comenzó en el río Mundo a la altura de Hellín (Albacete), se aplicará durante cinco años (hasta 2019) en el tramo de la Región que comprende Moratalla, Calasparra y Cieza.

´Ripisilvanatura´ está llevando a cabo dos actuaciones para erradicar la reproducción masiva de las especies invasoras. Por un lado, los trabajadores de la CHS colocan láminas de polietileno (plástico negro) sobre las cañas para que no reciban la luz del sol. Así, estas plantas no pueden realizar la fotosíntesis y se dificulta su crecimiento. Y es que la caña es una especie que acelera su crecimiento con el sol y por ello su desarrollo en verano es aún mayor.

Por otro lado, la otra técnica es la plantación de plantas de especies autóctonas en los márgenes del río que cultiven grandes árboles que puedan dar sombra a las cañas para que así reciban menos luz. Este tratamiento también persigue proteger el bosque ribereño de la cuenca del río, cuya recuperación y posterior colonización es otro de los objetivos del plan de la Confederación; de ahí procede su nombre de ´ripisilvanatura´.

El proyecto impulsado por la CHS también cuenta con la colaboración de la Universidad de Murcia y tiene un presupuesto de 2.454.611 euros, cuya mitad será financiado por fondos de la Unión Europea. «Si da resultado este estudio, se aplicará», concluyen en la Confederación.