Rural

La proliferación de casas portátiles, una amenaza para la zona oeste de Cartagena

Los vecinos piden que el Plan General incorpore medidas para un crecimiento urbanístico ordenado

Los vecinos critican la proliferación «sin control» de viviendas prefabricadas en la zona oeste.

Los vecinos critican la proliferación «sin control» de viviendas prefabricadas en la zona oeste. / Ivan Urquizar

Salvador González

La proliferación de contenedores adaptados como viviendas en la zona oeste ha disparado el temor de los residentes a perder la identidad rural de localidades como La Magdalena, San Isidro o El Portús, entre otras. Así lo han evidenciado los propios habitantes de estos núcleos de población que han mostrado al Ayuntamiento su inquietud ante la pérdida de las casas tradicionales en favor de las prefabricadas en una reunión mantenida con responsables municipales de Urbanismo.

Y es que, los residentes indican que aquellos que desean el establecimiento de su residencia habitual en la zona oeste están optando por «medidas alegales» como la ubicación de contenedores a modo de viviendas en parcelas que cuentan con servicio de electricidad y de agua potable e incluso, en algunos de los casos, hasta con piscina. Los vecinos recuerdan que este entorno está protegido como Lugar de Interés Comunitario (LIC) y lamentan que la proliferación de estas pseudoviviendas «afeen» el paisaje natural.

Los habitantes de la zona oeste vinculan el incremento de estos contenedores a la «obstrucción» por parte del Ayuntamiento al crecimiento moderado de los pueblos con viviendas unifamiliares junto a los actuales núcleos urbanos, como ha reflejado el Partido Cantonal (PCAN) en un comunicado. No obstante, desde el Gobierno local, fuentes de Urbanismo negaron que haya negativa a nuevas construcciones en la zona, aun que indicaron que la Ley del Suelo es clara en este caso y establece una serie de obligaciones a los propietarios sobre los costes de las obras de los servicios que hay que tener en cuenta.

En cuanto a las viviendas prefabricadas, desde la Concejalía han instado a los residentes a que les hagan llegar aquellos contenedores que intuyan que están en situación sospechosa para girar una inspección por parte de los técnicos municipales.

Desde los colectivos vecinales creen que la solución pasa por permitir nuevas construcciones, ya que existen interesados en ir a vivir a aquella zona, pero encuentran trabas.

Propuesta para construir

Por ello, desde el PCAN, recogiendo el sentir vecinal, proponen al Ayuntamiento que permita en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), cuyo textoserá remitido al pleno este mes para su aprobación inicial, «un crecimiento urbanístico moderado alrededor de los actuales núcleos poblacionales de como mucho cinco hectáreas perimetrales y sólo con licencia para viviendas unifamiliares sin alturas». Además, reclaman que «estos contenedores salgan del limbo legal actual que hace que surjan de la nada por todos lados y que conllevan el aumento de la población sin planificación alguna y consecuencias de degradación medioambiental».

La situación, según los vecinos, ha provocado que apenas queden inmuebles libres para que los interesados en trasladarse a la zona puedan adquirir y reformar o entrar a vivir, por lo que recurren a este tipo de vivienda provisional que choca directamente con el perfil rural de los pueblos de la zona oeste.

Desde Urbanismo han motivado a los residentes a plantear esta y las modificaciones que deseen el nuevo Plan General que debe pasar aún por Junta de Gobierno y luego por el pleno municipal para su aprobación inicial. Una vez pasado este trámite, el texto podrá recibir alegaciones y propuestas para su mejora que serán estudiadas por los servicios técnicos municipales e incorporadas, en su caso, al Plan que necesitará de una nueva aprobación en un pleno.