Semana Santa

Supervisan los efectos de la lluvia en las tallas del Domingo de Ramos

La cofradía california mantendrá un mes las imágenes en sus almacenes para evitar riesgos

Un cofrade se afana en secar
uno de los tronos tras la procesión
de Domingo de Ramos.  loyola pérez de villegas

Un cofrade se afana en secar uno de los tronos tras la procesión de Domingo de Ramos. loyola pérez de villegas / s.g.

Un mes permanecerán las tallas que participaron en el cortejo de Domingo de Ramos en la procesión de la Entrada de Jesús en Jerusalén, conocida como ‘la Burrica’, para que la cofradía california calibre los daños que pudieron sufrir a causa de las lluvias caídas el citado día y que obligaron a suspender el desfile pasional cuando estaba en la calle.

Es la decisión que han tomado los encarnados y que hará que muchas figuras que forman parte de los tronos permanezcan en la nave de la calle Mahón y no regresen, de momento, a sus iglesias, capillas o sedes habituales como es costumbre.

No obstante, no se trata de todas las tallas participantes en la procesión, ya que algunos de los grupos escultóricos y enseres que salieron en el cortejo lo hicieron convenientemente aislados mediante fundas de plástico. Aún así, quedaron otras imágenes religiosas al descubierto y estuvieron durante más tiempo del deseado en contacto con el agua. A todo ello también hay que sumar la humedad ambiental tanto del momento de mayor lluvia como de los posteriores al desfile pasional pese a la rapidez con la que la procesión se dio por finalizada y los tronos regresaron a la iglesia de Santa María de Gracia.

Debido a esto, la cofradía california ha apostado por el aislamiento de imágenes, su secado al natural y su conveniente seguimiento durante al menos un mes en los almacenes habilitados a tal efecto. El propio hermano mayor de los encarnados, Pedro Ayala, ha tranquilizado a la comunidad cofrade al asegurar que es un método preventivo para descartar cualquier posible incidencia y que una vez pasado ese tiempo las imágenes podrán regresar a sus lugares habituales.

No fue la única procesión que se vio afectada por la lluvia en la última Semana Santa cartagenera. El cortejo pasional de Lunes Santo, el de las Promesas de la Virgen de la Piedad, también arrancó bajo la lluvia, aunque tan solo afectó a la parte inicial del desfile. No obstante, los sudarios y las tallas de la procesión salieron de la iglesia de Santa María ya con plásticos puestos para evitar cualquier incidencia por la lluvia.

También en Martes Santo San Pedro y San Juan procesionaron con plásticos, aunque en este caso no hicieron falta, ya que no llovió en ningún momento del desfile.