Menos protagonismo de la mona en el Lunes de Pascua en Cartagena

Degustar la tradicional mona en Lunes de Pascua ha perdido tirón en Cartagena. Así se muestra con la poca presencia de ciudadanos en parques, jardines y playas del municipio para disfrutar del típico dulce tras la Semana Santa. Pocas parejas y apenas grupos se dieron cita en los lugares más clásicos para esta celebración: la playa de Cala Cortina y el Parque Rafael de la Cerda de Tentegorra, conocido como Los Canales.

No obstante, los cartageneros no se resignan a perder esta tradición y seguir degustando este bollo o rollo -dependiendo de los ingredientes- de forma redondeada, hecho de harina, huevo, azúcar, sal y decorado con un huevo duro.

Tampoco se conforman los panaderos de la ciudad a que esta tradición se vaya perdiendo. Reconocen que el precio del producto se ha tenido que actualizar ante la inflación, aunque el coste no es el problema. «Son tradiciones que tenemos que luchar porque no se pierdan y eso pasa por seguir celebrándolo en familia», explicaba Andrés, de la panadería Martínez. «Pocos saben ya que son los padrinos los que deben regalar la mona a sus ahijados en Domingo de Resurrección y que se debe comer en el Lunes de Pascua», lamenta.

De hecho, las grandes ventas de este dulce en las panaderías de la ciudad se produjeron el pasado domingo, aunque también hubo rezagados que las adquirieron ayer lunes. No obstante, la gran mayoría de cartageneros optó por comer la mona en casa, pese a que el día ayer fue benévolo al contar con cielos despejados aunque con algunas rachas de viento fuerte.

«Nosotros vamos a seguir haciendo y vendiendo monas cartageneras porque es algo muy nuestro que debemos mantener», confiesan los profesionales.