Social

Los restos de Francisco Baptista, un represaliado cartagenero de la Guerra Civil, vuelven a casa 87 años después de su asesinato

Según recuerda la familia, un alto mando militar preguntó a la llegada del buque Elcano a San Fernando, en el que se encontraba Francisco, que quién estaba en contra de la tripulación del golpe de estado, y él dio un paso al frente

El Ayuntamiento de San Fernando entrega a sus familiares de los restos de Francisco Baptista Florenza, Juan Valverde Colón y Manuel Barbacil Mejuto, tres represaliados por el franquismo.

El Ayuntamiento de San Fernando entrega a sus familiares de los restos de Francisco Baptista Florenza, Juan Valverde Colón y Manuel Barbacil Mejuto, tres represaliados por el franquismo. / EFE

EFE

Agarrada a una fotografía enmarcada de su hermano ya fallecido, Carmen Baptista, de 92 años, ha recogido este sábado los restos de su padre, Francisco, maquinista del buque escuela Juan Sebastián Elcano, asesinado en 1936, en un acto en el cementerio de San Fernando (Cádiz).

El Ayuntamiento de esta localidad gaditana también ha entregado este sábado por la mañana a sus familias los huesos de otros dos represaliados, Juan Valverde y Manuel Barbacil.

"Me he traído a mi hermano porque él fue el que más luchó para que llegara este momento y quería que me acompañara", ha relatado Carmen, justo antes de que empezara el acto en el que, al fin, tras 87 años de la muerte de su padre, ha podido recibir sus restos.

Estos serán enterrados este domingo por la mañana junto a su madre en el cementerio de Cartagena, en una suerte de meta vital, de tal forma que asegura que ha vivido tantos años par que llegara este momento.

A Francisco Baptista lo mataron, según recuerda su familia, porque un alto mando militar preguntó a la llegada de Elcano a San Fernando quién estaba en contra de la tripulación del golpe de estado, y él dio un paso al frente.

"Lo dejaron ir, pero quedó señalado y pocos días después fue encarcelado", recuerda su nieto Enrique, también presente en este acto, quien también lamenta que "sin juicio ni sentencia fuera fusilado en octubre del 36, junto a otros compañeros".

El cuerpo de Baptista fue arrojado a la fosa común del cementerio de San Fernando, donde permaneció durante 80 años hasta que, gracias a la labor de la Asociación de Memoria Democrática de San Fernando (Amede) y el Ayuntamiento, gobernado por el PSOE, se inició un trabajo de exhumación e identificación.

Esta labor ha permitido rescatar los cuerpos de 147 personas, aunque solo a seis de ellas se les ha podido poner nombres y apellidos, uno de ellos el padre de Carmen.

Carmen Baptista admite que sigue viva para poder enterrar dignamente a su padre, algo que se producirá en el cementerio de Cartagena, donde reside la familia y donde está enterrada su madre.

Carmen Baptista habla en el acto en memoria de su padre en Cádiz.

Carmen Baptista habla en el acto en memoria de su padre en Cádiz. / EFE

"Mucho que decir"

"Nos queda mucho que decir, ahora que se habla tanto de amnistías, y yo pregunto si ha habido algún culpable condenado por esto, ¿vosotros lo conocéis?, yo no conozco ninguno, con lo que entonces es que los habrán amnistiado, ¿por qué nos extrañamos ahora entonces de que se amnistíe a uno o a otro?", ha asegurado en su intervención en el acto.

Tras ella, ha recogido los restos de su padre, Juan Valverde, su hijo Francisco, de 88 años, quien ha recordado que tenía apenas nueve meses cuando mataron a su padre, con lo que no puede guardar ningún recuerdo de él.

Juan Valverde, natural de Paterna (Cádiz), era tipógrafo y, según su familia, lo mataron en septiembre del 36, señalado por haber sido conserje de una peña, mientras su mujer estaba embarazada de una hija que se llamaría Pilar.

Y también ha recibido los restos de su abuelo Eloy Barbacil, bisnieto de Manuel Barbacil Mejuto, "un hombre bueno", tranviario de profesión, al que mataron acusado de masón en agosto del 36 tras haber pasado algunos días en el calabozo.

La represión sobre los Barbacil fue mayor y, de hecho, también fue asesinado Eduardo Barbacil, exconcejal en San Fernando, quien junto al entonces alcalde, Cayetano Roldán, también ha podido ser identificado, aunque en estos dos casos, al haber sido representantes públicos, el Ayuntamiento ha reservado para ellos otro acto el próximo viernes, cuando el Consistorio acogerá la capilla ardiente de ambos, antes de su entierro.

Una "dolorosa tardanza"

La alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, ha lamentado la "dolorosa tardanza" de esta despedida, pero se ha mostrado muy "orgullosa y satisfecha" de que seis familias puedan enterrar dignamente a sus seres queridos después de tantos años, además de comprometerse a ayudar a otras que están esperando poder hacer lo mismo.

Entre los presentes estaba la familia de Juan Cantero, que ha venido desde Valverde del Camino (Huelva), que aguardan también que sus restos puedan ser cotejados por ADN, algo que han decidido hacer con medios económicos propios ante la tardanza del laboratorio de Granada que está encargado de realizar esta pruebas desde la vía pública.

En su caso les urge, porque a Juan Cantero le sobrevive una hija, que está a punto de cumplir 100 años, otra mujer que, como Carmen Baptista, no quiere morirse sin poder enterrar a su padre.