Este domingo el mercadillo de Cabo de Palos no ha prestado sus servicios a sus clientes. Ni siquiera se han montado los puestos. Las obras que se están llevando a cabo en Las Dunas de Cabo de Palos por la construcción del nuevo centro comercial ha llevado a trasladar los puestos de esa zona a otra, tal y como se informó este miércoles.

Una de las vendedoras con las que se ha puesto en contacto esta Redacción se queja de que se "haya organizado en tres días algo para lo han tenido tres años", y de que, al haberles avisado tarde, con tan poca antelación, ni siquiera les ha dado tiempo a avisar a la clientela. Además, indica, "los puestos para este domingo no se marcaron de manera correlativa", es decir, respetando las numeraciones, sino que, tal y como apunta, se habría dado lugares 'más beneficiosos o preferentes' a unos que a otros.

El motivo del platón

El principal problema ha sido que, al llegar al sitio en el que se les ha reubicado, los vendedores se han dado cuenta de la falta de espacio, "son muchos puestos para un sitio tan reducido, no se puede ni descargar", comentan, a lo que suman que las calles no tienen viabilidad. Por eso, al ver la situación, han decidido no montar "para presionar al Ayuntamiento": "El mercadillo de Cabo de Palos se compone de 250 puestos, tampoco son tantos para reubicarlos como se debe".

Asimismo, denuncian que el concejal de Vía Pública, Juan Pedro Torralba, ha dicho que la decisión de reubicar el mercadillo en este lugar fue consensuada con las asociaciones, algo que ponen en duda. "¿Cómo vamos a estar de acuerdo en que se nos reduzca el espacio con módulos reducidos o en que se ubiquen puestos de comida en áreas de tierra? No se puede poner ni la parada -los hierros de arriba- porque chocan con los del puesto de enfrente", justifican, a la vez que recuerdan que son "muchas las familias que viven de esto".

La respuesta del Ayuntamiento

Por su parte, desde la concejalía del Ayuntamiento de Cartagena afirman que esto es algo que se sabía porque se pactó con las asociaciones de venta ambulante. El Consistorio explica que se barajaron varias alternativas y se eligió esta, que es terreno municipal, porque era "la mejor" de entre todas, pero que es algo temporal.

Insisten en que también se sabía que el próximo domingo, 4 de noviembre, los problemas de los que se han quejado los vendedores se acabarán, dado que se ampliará el espacio para el mercadillo con la ocupación de una calle más. Ha sido imposible adelantarse al día 4 por los trámites administrativos. De hecho, ya está marcado el suelo de la zona provisional, señalan.

"No van a parar hasta que se carguen el mercadillo de Cabo de Palos, para el que los puentes son colosales, ya que vienen clientes de toda España. Con la excusa de que no tienen hueco nos quedamos compuesto y sin novia", sentencian los vendedores.

Por su parte, Jesús Giménez, del grupo municipal Movimiento Ciudadano de Cartagena, ha apoyado públicamente a los vendedores, asegurando que "las condiciones de trabajo y seguridad son inaceptables", y cuestiona si la alcaldesa Noelia Arroyo tiene un plan para eliminar el mercadillo para siempre.