Tras 15 años ocultado en un sótano a los ojos de los cartageneros, la Domus Salvius, una vivienda romana de 1.000 m2 del siglo I d.C. situada en el Barrio Universitario, concretamente entre las calles Cruces y Alto, por fin será puesto en valor para que sea visitable. El actual Gobierno ha preparado un proyecto de recuperación del yacimiento que supondría una inversión de 1,9 millones de euros y que tienen intención de ejecutar de cara a la próxima legislatura, una vez se consiga el dinero a través de fondos externos, según aseguró la vicealcadesa, Ana Belén Castejón. 

En 2003, durante la construcción del Barrio Universitario, se hallaron los restos de la edificación en un gran estado de conservación. Cuatro años después se construyó un edificio de viviendas sobre el yacimiento, por lo que se tuvieron que soterrar todas las estructuras arqueológicas. Desde entonces no se ha hecho ninguna actuación, por lo que los restos han sufrido el paso del tiempo. Ha sido víctima del deterioro producido por la humedad, la fauna y la flora y algún que otro golpe. Se han producido grietas y fisuras debido a las presiones. Por ejemplo, el mosaico de una de las habitaciones se encuentra totalmente abombada y algunas pinturas y estructuras se han caído. Además, existe un problema de acceso de aguas freáticas en una zona que pretenden solucionar con estructuras de drenaje.

El proyecto, cuya elaboración ha supuesto un coste cercano a los 14.000 euros, se centra en continuar la excavación que se comenzó en 2003 y en recuperar, restaurar y poner en valor los que ya se hallaron. Uno de los principales atractivos, el mosaico de Salvius, se reubicará a su lugar original, así como los capiteles. Las pinturas y demás elementos arquitectónicos se resaltarán con iluminación. 

El yacimiento se podrá visitar a ras de suelo y también desde una altura de 3 metros. Además, se van a incorporar proyecciones audiovisuales y video mapping para recrear el lugar, así como una imagen del cielo de Cartagena retro iluminado para dar la sensación de estar en el exterior.

Además, se minimizará el impacto visual de los elementos estructurales del edificio; se independizarán las nuevas estructuras de las arqueológicas; se solucionarán las diferencias de nivel mediante elementos accesibles y se prestará especial atención a los elementos singulares, según indicó el arquitecto encargado del proyecto, Ricardo García.