El Pleno del Ayuntamiento de Cartagena ha aprobado definitivamente la ordenanza que abre la puerta a la celebración de bodas y otros eventos de interés turístico en las playas del municipio a partir del primer semestre de 2023. De acuerdo con la Demarcación de Costas se ha prefijado hasta 16 puntos del litoral aptos para acoger estas ceremonias, entre los que se encuentran: la Cala de Turco (Mar Menor); la playa de Entremares (Mar Mediterráneo), tres zonas de la playa del Vivero (Mar Menor), playa del Cavanna (Mar Menor), playa del Ciervo (Mar Menor), y playa del Galúa (Mar Mediterráneo), todas ellas en La Manga; playa de Levante y Cala Reona (Cabo de Palos); la playa de La Azohía y San Ginés; Cala Cortina; playa Estrella de Mar en Los Urrutias; playa de Mar de Cristal y playa de Villas Caravaning.

La ordenanza no permite la realización de bodas durante la temporada alta de baño, que va desde el 15 de junio al 15 de septiembre. Para solicitar la celebración del enlace matrimonial en alguno de estos puntos durante el primer semestre de 2023 es necesario solicitarlo a partir de la entrada en vigor la ordenanza y hasta el 15 de septiembre. Las bodas que quieran celebrase durante el segundo semestre de 2023, desde el 16 de septiembre al 31 de diciembre, deberán solicitarlo antes del 15 de abril.  

Durante el debate de la propuesta, MC ha criticado la imposición de una tasa de "casi 100 euros" para aquellos que opten por casarse en estos emplazamientos. "Han demorado todo lo que se ha podido la aprobación de la ordenanza y ahora nos vienen con esta tasa, que pretenden justificar con un estudio en el que imputan como tal coste: tres horas de sueldo de concejal y las correspondientes tres horas del chófer municipal y la gasolina", ha apuntado la edil de la formación cartagenerista Isabel García.

"Todo un despropósito teniendo en cuenta que normalmente, y además reconocido por el Gobierno, cuando nos desplazamos a un salón de celebraciones fuera del Ayuntamiento, la tasa a abonar es la misma que para las bodas en las dependencias municipales", por ello desde la formación han pedido, sin éxito, que se retire la propuesta y que "se lleve a cabo un mejor estudio, ya que no se debería abonar una tasa distinta dependiendo de dónde se celebre la boda, salvo que pretendan cobrar alguna dieta más a partir de 2023", ha añadido García.

Por parte del Gobierno local, la concejala de Turismo, Cristina Pérez, ha explicado que "las tasas que cobra un Ayuntamiento por los servicios que presta tienen que estar en consonancia con los gastos que genera", de modo que "el precio no es ni justo ni injusto, es lo que han calculado los técnicos en base a los precios y repartos de costes directos e indirectos que genera esta actividad y que este Gobierno no cuestiona". Asimismo ha apuntado que esta iniciativa "supondrá un impulso al turismo y a la hostelería del municipio, creando más empleo, desestacionalizado y diversificando la actividad de las playas".