La Catedral de Santa María la Mayor de Cartagena, conocida popularmente como Catedral Vieja, contará con un proyecto de rehabilitación terminado en febrero de 2023. Así lo anunció hace unos días la vicealcaldesa y concejala de Patrimonio Arqueológico, Ana Belén Castejón, quien presentó una página web que recoge el Plan Director de la restauración y las bases del concurso, que se publicarán durante este mes para que los arquitectos puedan consultarlas y presentar posteriormente sus iniciativas.

Todas estas propuestas serán valoradas por un jurado conformado por la alcaldesa (o un concejal en quién delegue), un funcionario del Servicio de Contratación del Ayuntamiento, la decana del Colegio de Arquitectos de la Región, María José Peñalver, entre otros arquitectos y arqueólogos.

Así pues, se ha descartado la participación ciudadana, lo que ha crispado a la Plataforma Virgen de la Caridad, una asociación que lleva "más de 20 años luchando y trabajando incansablemente por la recuperación de los derechos innatos e inherentes de la Catedral".

Por ello, solicitarán una reunión con la alcaldesa y la vicealcaldesa para que reconsideren esta decisión, de modo que un miembro en representación de la plataforma también pueda formar parte del jurado para valorar las propuestas, según ha podido constatar La Opinión.

El pueblo de Cartagena, manifiesta la plataforma, "ama a su Catedral y desea incondicionalmente su recuperación total e integral al culto. Prueba de ello fue la manifestación y concentración acontecida el 12 de mayo de 2018 donde 34 colectivos (asociaciones, entidades, organismos, etcétera) y políticos del municipio expresaron este sentir".

La plataforma se muestra reacia a que la Catedral se convierta en una "una sala multiusos (en alusión a sus posibles usos turísticos y culturales), en el que su uso religioso pasa a ser algo esporádico y/o circunstancial, eliminando así su propia naturaleza y particularidad por la cual fue construida".

En este sentido, rechazan lo expuesto en el Plan Director elaborado por el arquitecto Juan de Dios de la Hoz, que refleja que "no hay previsión alguna de que el edificio vuelva a utilizarse como parroquia y únicamente para la celebración más o menos esporádica de actos religiosos".

Entre sus argumentos expone que "con el paso de los años y la decadencia del edificio, han desaparecido tanto los usos religiosos como gran parte de los espacios destinados a ellos, como el altar mayor y gran parte del altar del lado del Evangelio, aunque aún quedan en las columnas pretoriana y de los mártires y algunos muros de trazado curva, señales de su antigua presencia".

Además, añade el texto, "es precisamente la zona donde se encuentran abiertas las excavaciones arqueológicas de la cávea del Teatro Romano". En consecuencia, la propuesta del Plan Director para estos ámbitos se basa en "la cubrición de los restos excavados del Teatro Romano a modo de solado o graderío de la capilla mayor, a la vez que permitir una visita por debajo a dichas ruinas".

Desde la Plataforma "no comprenden esa idea preconcebida, unipersonal y unilateral, por parte de las autoridades políticas, de convertir a la Catedral en una estancia más del Teatro Romano; por la que, además, se tenga que pagar un ticket para poder visitarla como manifiesta el Plan Director".

Rehabilitación integral

Ante ello solicitan que se reconstruya la Catedral en su totalidad y que esta se destine principalmente al culto. Para ello se amparan en el Artículo 40.3.C de la Ley 4/2007, de 16 de marzo, de Patrimonio Cultural de la CARM, que fundamenta que "se admitirán las reconstrucciones que se realicen para corregir los efectos del vandalismo, de las catástrofes naturales, del incumplimiento del deber de conservación o de obras ilegales".

En este sentido, sentencian, "la Catedral ha sufrido una guerra, el peor de los vandalismos, ha estado expuesta a las inclemencias del tiempo por 80 años, mismo periodo por que el se ha incumplido el deber de conservarla".