Contaminación

Cámaras y sensores controlarán el tráfico, la calidad del aire y el ruido en Cartagena

El Ayuntamiento está trabajando para implantar Zonas de Bajas Emisiones en el casco antiguo y en el Ensanche, donde harán varias ‘supermanzanas’

Calle Wssell de Guimbarda, donde se limitará el tráfico en un futuro. | IVÁN J. URQUÍZAR

Calle Wssell de Guimbarda, donde se limitará el tráfico en un futuro. | IVÁN J. URQUÍZAR

El Ayuntamiento de Cartagena está trabajando para implantar en la ciudad las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), tal y como ordena la Ley de Cambio Climático y Transición Energética para municipios de más de 50.000 habitantes. Por ello se instalarán cámaras, sensores y controles de vigilancia de movimientos en diversas zonas del municipio, para regular los flujos de circulación y tráfico, así como los movimientos peatonales, y a su vez, permitirá ejercer un control de la calidad del aire y el ruido, según han detallado a La Opinión la concejala de Ciudad Sostenible, Cristina Mora. Son iniciativas en las que el Ayuntamiento trabaja de la mano de la UPCT, a través de la cátedra de infraestructuras.

El Ayuntamiento ha conseguido financiación europea, y sumado a fondos propios, se invertirán más de 5 millones de euros en movilidad. La financiación obtenida se estructuraba en cinco ejes (espacio Algameca, carriles bici, electrificación del transporte, mejora de la accesibilidad peatonal y ZBE), en los cuales las ZBE contaban con un presupuesto de más de 650.000 euros para el inicio de su implantación, que el Ayuntamiento espera que se materialice «a lo largo de este año».

Con este dinero se cubrirá la financiación de las primeras actuaciones de señalización, desarrollo de la plataforma tecnológica y diseño de su monitorización. Sin embargo, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) está trabajando en una segunda convocatoria de fondos para los municipios, con más de 900 millones de euros para el fomento de la movilidad, y el Ayuntamiento «confía en poder volver a concurrir otra vez en una posición muy ventajosa», ha destacado Mora.

El objetivo del Consistorio es el de tener buena parte del centro urbano monitorizado. Para ello, en el borrador que están elaborando se plantean dos zonas diferenciadas como propuesta inicial. De un lado, se trata de la zona del casco antiguo, en la cual quieren consolidar los desplazamientos peatonales y sobre todo de ciclistas, y para ello apostarán por nuevos itinerarios que faciliten también la inserción de los nuevos vehículos de movilidad personal eléctricos.

Herramientas para el control ambiental automatizado

Para gestionar las ZBE el Ayuntamiento creará una plataforma tecnológica de control, que permitirá desarrollar una gestión más eficiente a nivel administrativo, así como ofrecer a los ciudadanos y usuarios la máxima información de esta nueva plataforma para el desarrollo de una ciudad sostenible. «La idea es aprovechar todos los datos y ‘know how’ que se recopilen en los próximos años de implantación de la ZBE para que en un futuro mediante la aplicación de técnicas de ‘data mining’ y ‘machine learning’ se puedan generar herramientas que gestionen en tiempo real y de manera automática los parámetros de control medioambiental de la ciudad», aseguran desde el Consistorio.

Por otro lado, pretenden implantar una Zona de Bajas Emisiones en el ensanche de la ciudad. En este sentido, tienen pensado crear varias de las denominadas supermanzanas en la zona comprendida entre el Paseo Alfonso XIII, la Alameda San Antón, la avenida Reina Victoria Eugenia, y la calle Juan de la Cosa.

La idea del Ayuntamiento es la de seguir una estrategia escalonada, realizando primero un proyecto piloto de supermanzana en una zona concreta del Ensanche, en la cual crearán un pequeño «laboratorio urbano» que monitorizarán, para ir ajustando el funcionamiento de esta zona de bajas emisiones antes de saltar a gran escala al resto de manzanas de la zona.

Para ello, según ha apuntado Mora, «es muy importante disponer de distintas herramientas de monitorización y seguimiento en tiempo real (siempre preservando el anonimato de las personas, por supuesto), entre las cuales no solo habrá cámaras de control, sino diversas alternativas tecnológicas de análisis espacial y de geoposicionamiento en las cuales todavía estamos trabajando».

Los resultados de la iniciativa comenzarán a verse «a lo largo del año», según aseguran desde el Consistorio

Se trata por tanto de una actuación dual, en la cual el Ayuntamiento «quiere generar sinergias entre movilidad sostenible y mejora urbana de los barrios del ensanche mediante actuaciones de urbanismo táctico, para hacerlo más agradable para los vecinos», ha puntualizado Mora, que sostiene que así se fomentará que, a través de las supermanzanas, el tráfico rodado circule realmente por las arterias de la ciudad y no por los barrios, lo que ayudará a facilitar los desplazamientos peatonales y en bicicleta. Las actuaciones estarán orientadas a la regulación del tráfico en horarios como por ejemplo la apertura y cierre de colegios, o a la gestión más ecológica del aparcamiento.

El apartado tecnológico va a ser uno de los puntos fuertes de la ZBE de Cartagena. Mora asegura que será «un instrumento no orientado a la prohibición, sino a la disuasión del uso de alternativas contaminantes y al fomento de la movilidad sostenible». Además, se monitorizarán de manera detallada todos los niveles de contaminación en la ciudad (CO2, PM2.5, PM10, O3 y NO2), para disponer de la máxima cantidad de información y así actuar en las zonas en las cuales sea más necesario.

El Ayuntamiento también quiere crear un registro de cómo afectará la implantación de la ZBE a las distintas tipologías de coches. Además, pretenden que esta plataforma sea capaz de adaptarse a situaciones puntuales de contaminación como puede ser, por ejemplo, la alteración de los niveles de calidad del aire por episodios de polvo sahariano.

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