A finales del mes pasado, el submarino S-81 entraba al dique seco del astillero de Cartagena para el montaje de nuevos equipos. Era la primera de las dos varadas programadas a lo largo del periodo de pruebas, que se alargará hasta finales del periodo estival. En abril de este año, Leonor de Borbón, acompañada de su padre, Felipe VI, su madre y su hermana Sofía, ejercía de madrina del submarino puesto a flote en ese momento. Desde entonces, los trabajos alrededor de esta joya de la ingeniería no han parado de sucederse.

Una maqueta que recrea el submarino S-80 Isaac Peral para que los buzos de la Armada estén preparados, en caso de accidente, para socorrer a la dotación de este nuevo submarino. Este es el proyecto que la Armada ha mandado fabricar en un plazo de tres meses a una compañía local del polígono Cabezo Beaza, en el municipio de Cartagena.

Inicialmente, varias empresas locales mostraron interés en presentar su oferta en la Plataforma de Contratación del Estado, pero finalmente fue Electromecánicas del Levante la única que presentó su oferta y a la que se le ha adjudicado. Con un presupuesto de 50.000 euros y los requisitos de no poder pesar más dos toneladas por metro cuadrado, en unas dimensiones de 2,5 metros de longitud, 2,5 de anchura y 1,5 de altura, para facilitar su transporte, la firma se encuentra con este proyecto en fase de construcción. Se comenzó a principios del presente mes de julio a diseñar la maqueta y la Armada espera poder disponer de ella como muy tarde el 30 de septiembre, si todo marcha según lo previsto y no hay un contratiempo.

Una vez terminada, la recreación quedará disponible en el Centro de Buceo de la Armada (CBA), en la Estación Naval de la Algameca, y embarcará en el BSR ‘Neptuno’ para sus adiestramientos en puerto y en la mar.

En concreto, el depósito de la maqueta en el CBA y su carácter transportable permitirá adiestrar a los alumnos de la Escuela Militar de Buceo, a los buzos de la Armada y sus pilotos ROV tanto en Cartagena como donde alcance el ‘Neptuno’ en sus singladuras, informan desde la Armada. Por lo tanto, podrán hacer uso de ella naciones amigas y aliadas, además de las Unidades de Buceo de España (Cádiz, Ferrol y Canarias).

Desde la Armada explican que no es una recreación exacta, ya que el S-80 tiene 81 metros de eslora, pero que se ha optado por simular la sección correspondiente a la exclusa de salvamento, «acercándose» las tomas de cubierta de modo tal que al menos mantengan su posición relativa.

Solo se simula la maniobra exterior, en la que participa el personal. Esto incluye las tomas de mangueras, los cáncamos para fijar la guía de las mangueras en su descenso al submarino, las transmisiones de apertura y cierre de las válvulas, y la escotilla superior de la esclusa de salvamento.

La plancha se prevé curvada para que resulte, en la medida de lo posible, lo más parecido a las formas del S-80. Con la puesta a flote de este submarino, España pasó a integrar el grupo de países que hacen íntegramente este tipo de embarcaciones.

¿Cómo es un rescate?

La Armada cuenta en la actualidad con una maqueta a bordo del BSR ‘Neptuno’ que simula la cubierta de un submarino de la serie S-70. En él hacen prácticas de rescate los buzos de las diferentes Unidades de Buceo de la Armada que consisten en simular la regeneración de la atmósfera en el interior de un submarino desde el exterior, permitiendo un suministro de aire respirable; el soplado de lastres desde el exterior para el reflotamiento del submarino; y la introducción de un POD a través de la esclusa de salvamento.

Es factible que el submarino siniestrado tenga un accidente que se produzca en unas condiciones que posibiliten el escape o el rescate de la dotación del submarino, pero en caso de no ser así, es posible que la dotación necesite tanto de un sistema de regeneración de la atmósfera interna, que comprende el suministro de aire fresco y la extracción de aire del interior mediante dos mangueras que se conectan en las tomas exteriores a la cubierta, como de material de soporte vital de emergencia, que se administra en cápsulas llamadas POD que permiten un suministro de material con una carga útil de hasta 25 kilos. Por último, la maqueta permite simular la maniobra de reflotamiento desde el exterior. A tal efecto se conecta una manguera a otra toma específica de cubierta que suministra aire a los lastres del submarino. De este modo, se puede soplar de aire desde el exterior, permitiendo su ascenso.

La sociedad elegida es la creadora del robot submarino ‘Navajo’

Dos ingenieros, tres mecánicos jefes de proyecto y cinco operarios es el equipo que llevará a cabo la construcción de la maqueta del S-80 en la empresa familiar situada en el polígono Cabezo Beaza, Electromecánicas del Levante. La compañía se muestra «muy ilusionada», indica su director José P. Alcaraz, ya que esta maqueta ayudará a salvar vidas. Esta empresa es auxiliar de J. P. Alcaraz -Electrónica, que lleva 30 años fabricando material subacuático y desde hace 26 está al cargo del mantenimiento de los robots de la Armada y también ha fabricado varios para ella, como el robot submarino ‘Navajo’ y el sonar y herramientas robotizadas para el buque ‘Neptuno’.