La llegada del verano trae consigo la llegada de turistas a la costa cartagenera. Muchos lo hacen en caravana o autocaravana y se instalan en primera línea de playa en vez de en los cámpines habilitados para su aparcamiento.

Los vecinos de La Azohía, Cabo de Palos y La Manga han vuelto a mostrar su descontento ante esta situación. Una lucha con la que llevan años, pero se tropiezan con que, a causa de la normativa vigente, la Policía Local de Cartagena no puede obligar a una caravana a abandonar una zona no habilitada para acampar si solo está estacionada.

Los cartageneros cuentan que los turistas en caravana han llegado a crear grandes campamentos en explanadas con fiestas y barbacoas. También se quejan de que cuando abandonan el lugar lo dejan lleno de basura.

 Por otro lado, lamentan que no hagan uso de las zonas habilitadas para el aparcamiento de caravanas en los cámpines del municipio como Los Madriles, en Isla Plana, o el Caravanning, en el Mar Menor, en los que les facilitan la recarga de sus vehículos para su consumo de energía y agua y deshacerse de los deshechos. 

Policía Local avisa de que las caravanas no pueden acampar y tras días de seguimiento les indican que deben irse

En La Azohía, las autocaravanas y caravanas suelen instalarse en la rambla y los grandes descampados. «Tuvieron que sellar las alcantarillas porque las alzaban para echar ahí los desperdicios y cogen el agua del lavapiés de la playa y han roto varios contadores mientras buscaban agua», explica Pepi Agüera, la presidenta de la Asociación de Vecinos de La Azohía. Asegura que quiere que venga este tipo de turista, pero que estén regularizados, ya que se sienten «inseguros» ante el desconocimiento que hay.

En La Manga han llegado hasta a robar luz y agua a los vecinos. Suelen instalarse en los aparcamientos de las playas y en Veniciola. «Se han pinchado a la luz y agua de las casas. A una la dejaron sin plomos y sin fusibles. Además, tiran los desperdicios donde les da la gana», afirma Marisina Aznar, desde la Asociación de Vecinos de La Manga.

En Cabo de Palos ocupan el aparcamiento del faro y las playas. «Todos los años igual. Se ponen donde quieren sin que nadie les diga ni ‘mu’», dice Gimena Bertachini, presidenta de la asociación vecinal de Cabo de Palos.

Debido a la covid, se ha incrementado la llegada de caravanas o autocaravanas. Este año, la mayoría son nacionales y suelen venir a pasar los fines de semana.

La normativa solo permite a la Policía Local intervenir con las caravanas cuando se produce una acampada en zona no habilitada y hay muestras de ello. Por ejemplo, si se instala mobiliario en la calle (mesas, sillas, toldos…). La Policía de Cartagena informa a los ocupantes de caravanas que «no pueden acampar y se les hace seguimiento». Cuando comprueban que llevan varios días instalados, se les indica que deben abandonar la zona.