Dos nuevos incidentes reavivan el problema de okupación que sufre Los Nietos desde hace más de un lustro. Una orden judicial de desalojo obliga a abandonar a una okupa el inmueble en febrero, mientras otros okupas llegan al pueblo y se adueñan de una vivienda más, según fuentes del pueblo.

La nueva inquilina no deseada junto a su hijo menor, que ha ocupado un dúplex cerca del consultorio médico de Los Nietos, dicen los vecinos que es hija de uno de los okupas que más tiempo lleva viviendo allí, J. D. J. M. Además aseguran que la mayoría de los okupas pertenecen a la misma familia y que provienen de La Unión. Por ello, sospechan que el tío de la nueva vecina, que ya había ocupado con anterioridad el mismo dúplex, forzó la entrada para abrirle las puertas a su sobrina de lo que será su nueva vivienda. Los vecinos dieron aviso de esta nueva ocupación la semana pasada y Guardia Civil acudió.

Por el contrario, justo enfrente del dúplex de la nueva inquilina, se encuentra una casa verde con la puerta de la cochera reventada y todas las persianas bajadas. En ella vive la okupa L. B. que tras varios años de juicios con la dueña de la vivienda, la semana pasada Guardia Civil le informó de que tenía que desalojar el inmueble antes de febrero bajo orden judicial, por lo que han podido adivinar las vecinos.

Estas viviendas se encuentran cerca del consultorio médico de Los Nietos. También hay otras viviendas con okupas en la calle del Pilar o en la plaza del pueblo. Esta última la llevan ocupando durante diez años como casa de veraneo. La mayoría de las casas son de entidades bancarias, pero los okupas también se han apropiado de casas particulares.

El vecindario vive amedrentado por los okupas que se han adueñado de Los Nietos y creado alrededor de siete puntos de venta de droga. «No me voy de vacaciones por miedo a cuando vuelva encontrarme mi casa ocupada», expresa un conciudadano, que estima que hay unos 20 okupas pertenecientes a cuatro familias.

La mayoría de la población de Los Nietos es envejecida y no quieren problemas con los okupas. Conforme pasan los años, su temor va en aumento hasta el punto de que ni llaman a la Guardia Civil o Policía Local por miedo a que sospechen de ellos. Muchos están de juicios con ellos. Estas familias han causado todo tipo de escándalos por las calles del pueblo: han quemado vehículos, tiroteos por ajustes de cuentas, amenazas de muerte a vecinos, etc. El incidente más reciente ha sido este verano cuando uno de ellos empezó a romper cristales de vehículos estacionados con una escopeta de balines.

Las autoridades suelen tardar alrededor de una hora en personarse en Los Nietos tras una llamada, ya que su demarcación es muy extensa. Nieteros afirman que la Guardia Civil les ha aconsejado en alguna llamada que se instalen una alarma en sus casas, pero el nivel de la población es medio-bajo para costeársela y, sobre todo, creen que la solución sería incrementar la vigilancia.