El desarrollo del 'Programa de Uso Responsable de Antibióticos en la Primera Infancia' (Purapi) de la consejería de Salud en los centros de atención primaria del área de salud de Cartagena sigue mejorando los resultados en el uso responsable de estos fármacos en los niños menores de 3 años, franja de edad en la que la mayoría de las infecciones son víricas.

En la actualidad, la implicación de los profesionales en el proyecto ha permitido reducir cerca de un 37 por ciento su consumo y que descienda hasta un 11,17 el número de personas por cada 1.000 habitantes que reciben diariamente antibiótico con respecto al 17,63 del año anterior.

Así, la consejería de Salud ha realizado este jueves en el hospital universitario Santa María del Rosell la tercera de las acciones formativas que desarrolla en la Región dentro del Purapi, dirigidas a los profesionales sanitarios médicos y enfermeros que trabajan en los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), con el fin de actualizar su conocimiento sobre el uso responsable de los antibióticos y mejorar su utilización en los niños que acuden a los servicios de urgencias.

Al seminario Uso responsable de antibióticos en pediatría: utilización de antibióticos en urgencias de atención primaria han asistido los profesionales de los SUAP de Cartagena-Este, La Unión, Los Dolores, Fuente Álamo, Mazarrón, Torre Pacheco, San Javier y San Pedro del Pinatar.

Esta formación ha sido impartida por pediatras de atención primaria y del ámbito hospitalario, y se ha estructurado en una parte con exposición teórica, una parte práctica con presentación de casos clínicos, y una parte final de debate, donde se han intercambiado experiencias y conocimientos sobre la materia, enfatizando en las necesidades de los profesionales en su práctica habitual.

Desde Salud remarcan que conseguir un uso responsable de antibióticos "requiere la colaboración de todos los implicados en la atención y cuidado de los pacientes, de los profesionales sanitarios y, en el caso de los niños, de sus familias".

Además, señalan algunas recomendaciones para la población general para mejorar su consumo como tomar antibióticos únicamente cuando los prescriba un profesional sanitario, no pedir antibióticos si los profesionales sanitarios indican que no son necesarios, y seguir siempre las indicaciones de posología y acabar completamente los tratamientos prescritos, entre otros.

Igualmente, es importante conocer que el farmacéutico solo puede dispensar antibióticos si se presenta la correspondiente receta médica y medidas importantes para prevenir las infecciones como, por ejemplo, vacunarse, lavarse las manos o cubrirse la boca y la nariz al estornudar.

La resistencia a antibióticos es un problema particularmente importante en pediatría porque durante los primeros años de vida se concentran la mayoría de las infecciones respiratorias, cuya etiología es fundamentalmente viral y sin embargo, se produce la mayor exposición innecesaria a antibióticos de toda la población general.

La utilización de antibióticos en España es una de las más elevadas de Europa y en consecuencia tiene uno de los mayores porcentajes de cepas bacterianas resistentes.

Se considera que el 50 por ciento de las prescripciones son de dudoso o nulo valor terapéutico. El 85 por ciento de este consumo se destina a tratar infecciones respiratorias donde las indicaciones para el uso de antibióticos son escasas y están claramente establecidas por la evidencia.