La ONCE urge a que el Ayuntamiento de Cartagena repare decenas de semáforos que, al estar averiados, no emiten sonido cuando están en verde para dar paso a los invidentes. El director de ONCE en Cartagena, Miguel Paraíso, sostiene que se instalaron muchísimas señales equipadas con pitidos hace años, pero la falta de mantenimiento ha hecho que aquellas que dejan de sonar no sean reparadas.

El dirigente local de la Organización Nacional de Ciegos Españoles asegura que más de la mitad de los semáforos que se pusieron en le núcleo urbano con esta tecnología están rotos. «Para las personas ciegas este sonido es una ayuda indispensable para poder cruzar la calle con seguridad. No obstante, este pitido tan característico también sirve de guía para la gente mayor, que, aunque no son invidentes, tienen problemas de visión, como las cataratas, y les cuesta ver que el semáforo está en verde, especialmente en aquellos pasos de peatones que son larguísimos, como ocurre en grandes avenidas de la ciudad, como Alameda de San Antón, Paseo Alfonso XIII o Reina Victoria», comenta Paraíso.

Al margen de esto, la ONCE reclama que se cumpla la nueva Ordenanza para la Accesibilidad Universal del Municipio de Cartagena, aprobada hace un año, «como vía para mejorar la accesibilidad en la ciudad y como instrumento para la plena inclusión de los discapacitados». Paraíso destaca que «encima que la nueva normativa llega con varios años de retraso, aún no se ha ejecutado a efectos prácticos». Finalmente, la ONCE exige también a la Administración local que remodele el entorno próximo a la sede que tienen en la calle Ángel, junto a la plaza de la Merced. Paraíso considera que la zona precisa de aceras, para se asegure el natural desplazamiento de las personas con discapacidad visual, que, en la actualidad, «se encuentran con absolutas dificultades de accesibilidad e iluminación para llegar a la sede de la ONCE».