La concejalía de Medio Ambiente del ayuntamiento de Cartagena ha detectado un importante aumento en el número de denuncias de ciudadanos que se quejan ante la Administración Local por las molestias que les causan los locales nocturnos.

"Las denuncias prácticamente se han duplicado, ya que en 2005 la concejalía recibió alrededor de 150 ó 170 denuncias y en estos momentos ya rondamos las 300", informaron a esta redacción fuentes municipales.

El responsable de Medio Ambiente, Nicolás Ángel Bernal, ha reiterado en múltiples ocasiones que el objetivo del Ayuntamiento en el control de los bares "no es sancionar" y que su concejalía inicia la apertura de expedientes informativos sólo cuando recibe una denuncia que en la mayoría de los casos procede de los vecinos.

Sin embargo, el edil no supo contestar a esta redacción respecto al citado aumento de las denuncias de los vecinos. Nicolás Ángel Bernal ignora cuántos expedientes se abrieron en 2005 a raíz de las denuncias de los vecinos y desconoce cuántos bares fueron precintados por el Ayuntamiento durante el pasado año.

El concejal, quien ha sido denunciado por la asociación de vecinos de Barrio Peral y por un particular por los ruidos y los desórdenes públicos que provocan los bares que incumplen el horario de cierre, rehuyó contestar a las preguntas de esta redacción en varias ocasiones esta semana.

Cuando finalmente el edil decidió coger el teléfono lo hizo para decir que no disponía de esa información y que había dado instrucciones a los técnicos para que se la preparasen.

Respecto a la situación de determinados bares como por ejemplo el del antiguo 'El Coto', situado en la carretera de Peroniño y que ahora se denomina 'BudaBlu', Nicolás Ángel Bernal aseguró primero que creía que tenía licencia y pocos segundos después aseguró que sí que tenía autorización municipal para permanecer abierto.

Manifestación en Barrio Peral

Mientras el concejal no sabe si han aumentado las denuncias de los vecinos este año, los residentes de Barrio Peral han convocado una manifestación para protestar por los ruidos de los locales nocturnos.

En este barrio, los vecinos llevan años conviviendo con broncas en la calle y muchos de los residentes están en tratamiento psicológico porque no pueden conciliar el sueño por las noches.

Las últimas quejas por este mismo motivo provienen de los vecinos de Ciudad Jardín.

Pese a que el edil de Medio Ambiente declaró a esta redacción hace unos meses que si tuviera que cerrar todos los bares que incumplen los requisitos que establecen sus licencias, tendría que precintar unos 200 locales al año, esta semana aseguró que ignoraba en que situación legal se encuentran los locales.