Construyen una casa ecológica que reconcilia a Murcia con sus ramblas

La Rambla Climate-House es una vivienda inteligente y medioambientalmente responsable

Pare trasera Rambla Climate-House

Pare trasera Rambla Climate-House / José Hevia

Bautizada como Rambla Climate-House y construida por los arquitectos españoles Andrés Jaque, de Office for Political Innovation, y Miguel Mesa del Castillo, la casa ecológica inaugurada en Molina de Segura (Murcia) representa una nueva forma de urbanizar los espacios, más consciente medioambientalmente y responsable con el entorno.

Para la Región, esta nueva forma de vincular la arquitectura y el espacio es un primer paso para reconciliar un conflicto con décadas de recorrido: la construcción sobre ramblas en Murcia fue una práctica sin control, que a día de hoy sigue provocando pérdidas materiales (y humanas) cada vez que se produce un episodio de lluvias torrenciales.

El concepto de esta vivienda parte del "aplanamiento de las topografías del territorio y la destrucción del sistema territorial de ramblas" para crear zonas urbanizadas en la antigua comarca rural de Molina de Segura. El proyecto, supervisado por la experta en suelos María Martínez Mena y los ecólogos Paz Parrondo Celdrán y Rubén Vives" busca revertir el daño causado a la geografía por la antigua forma de desarrollo urbano.

Para enterrar el hacha de guerra entre arquitectura y topografía, la Rambla Climate-House ha sido diseñada con un enfoque de alta y baja tecnología. Entre las innovaciones ecológicas de la construcción hay un sistema de riego inteligente que utiliza las aguas residuales para nivelar la humedad del suelo.

Vista aérea

Vista aérea / José Hevia

Diseñada para integrarse con el paisaje y reducir los costes

La vivienda se levanta sobre unos pilotes que respetan la orografía, virgen a excepción de la única área plana de toda la propiedad: una cochera creada a partir de los barrancos artificiales con tierra excavada.

En el centro de la vivienda, un óvalo que a modo de oasis alberga un jardín salvaje lleno de plantas autóctonas: en él se crea un espacio amable con las especies locales de animales, aves e insectos; y que se puede admirar desde el interior de la casa a través de un gigantesco ventanal acristalado.

Las paredes que no miran a este jardín biodiverso están recubiertas de acero galvanizado para mantener bajo el coste. La propiedad también está equipada con un balcón de mármol provisto de un sistema de refrigeración pasivo, y tiene una hilera de habitaciones que también dan al jardín.

Corredor y jardín

Corredor y jardín / José Hevia