­Un acabado impecable y, sobre todo, dar buenos consejos para el posterior cuidado del tatuaje es lo que distingue a un profesional del arte del tatuaje de alguien aficionado. Y la distinción es especialmente importante porque se trata de un sector en el que suele haber bastante intrusismo.

De hecho, la curación del tintado en la piel supone el 50% de la creación, ya que de no hacerlo bien pueden quedar manchas o cicatrices. La otra gran diferencia es el componente artístico que conlleva todo tatuaje. Y en Black Jack Tattoo tienen claro que hay que saber adaptarse a las peticiones de sus clientes, pero al mismo tiempo aportar una diferencia creativa. Por eso en este centro se toman un tiempo considerable para asesorar y ofrecer al cliente distintas alternativas antes de optar por una opción. Siempre se hace un encuentro previo en el que se ofrecen los diferentes bocetos que se han pensado para ese cliente particular y es él el que decide el definitivo, después de haber sido asesorado. Además, hay que tener en cuenta que la gran mayoría de los tatuadores profesionales tienen hecha la carrera en Bellas Artes, Bachillerato en Artes o algún tipo de formación artística. Aparte de eso un tatuador profesional no sólo se preocupará de que una vez terminado el tatuaje el acabado sea el óptimo, sino también de que éste dure en el tiempo, sabiendo cómo indicar un buen tratamiento de curación específico.

La gran mayoría de tatuadores aficionados no tienen en cuenta esta parte fundamental y tras la etapa de curación el tatuaje queda en pésimas condiciones, se ven lavados, con muy poca intensidad, líneas mal definidas y, en algunos casos, daños en la piel permanentes, como cicatrices queloides. Es lo que afirma el tatuador y artista Jaggo, quien además asegura que «la curación es fundamental, ya que representa la mitad de la efectividad de un trabajo. Esto te lo enseña la experiencia. No todos los tatuadores tatúan de la misma manera, no hay una regla general, sólo la experiencia de uno mismo, con el tiempo y el compromiso, te enseña a encontrar tu estilo y tu manera de trabajar».

De 15 minutos a semanas

Por otro lado, y según nos explica Jaggo, deacuerdo al tipo de diseño por el que se decante el cliente el tiempo para realizar un tatuaje suele ir desde los 15 minutos el más sencillohasta sesiones de horas que pueden durar semanas para los más complejos.