Viendo Informe Semanal sentí vergüenza del trato informativo acerca de la muerte de Rita Barberá y en relación a los medios de comunicación, donde se partía de que su muerte provocada por un infarto había sido motivada por la presión inhumana de los medios de comunicación. Sencillamente vergonzoso.

Están utilizando su muerte para justificar el silencio ante los casos de corrupción, vinculándolo a la presunción de inocencia. No daba crédito a lo que estaba viendo. Estamos en un momento histórico donde no importa los medios para conseguir los fines propuestos; se utiliza todo sin ningún tipo de miramiento ni pudor y, mucho menos, de ética. Por cierto, no sé cómo hay periodistas que se prestan a esta manipulación vergonzosa.