Entre los muchos análisis sobre la nueva situación que vivimos no sé si alguno repara en el papel de los medios de comunicación. Parece que destacan lo superficial y anecdótico sobre lo esencial. El ejemplo más claro „no el único„ lo tenemos el 13 de enero en el Congreso: se inaugura legislatura, se eligen Mesa y presidente pero todo lo que vemos es una madre exhibiendo impúdicamente a su bebé, un señor con rastas y otras lindezas. Navegar entre la libertad de expresión, la veracidad, la responsabilidad y la pedagogía no es fácil pero por ser un tema complejo requiere una reflexión y la fijación de unos criterios. Nunca se puede matar al mensajero aunque un toque de atención debería ser bien recibido.