Cada día se afianza más la idea de que vamos a un escenario con cuatro actores. La cuestión radica en saber qué papel desempeñará cada uno de ellos y las posibles alianzas para formar un Gobierno estable. El PSOE aparece como una especie de comodín y sus movimientos serán decisivos. Psoe+Podemos no son partidos muy compatibles en temas importantes y tendrían enfrente a media España. Psoe+Ciudadanos(con eventuales apoyos del PP para las grandes reformas) sería una fórmula estable que permitiría afrontar los necesarios cambios constitucionales y las provocadoras pulsiones nacionalistas; su reto sería tejer una especie de segunda transición llena de racionalidad y flexibilidad, con las correspondientes concesiones mutuas. Si lo hicieran bien aportarían tranquilidad a un ambiente crispado.