Igual que ´glamour´, sospecho que ´fashion´ tiene menos poder significante en el mundo anglosajón que aquí. Quiero decir que el significado más plausible de estas palabras —´encanto´ y ´moda´— se cargaría de magia al ser trasladado a los suburbios del imperio desde el centro o ´foro´ del sistema, en el que es una nata bastante auténtica (un artificio natural, digámoslo así) del ocio, la riqueza y el poder. De este modo, la pasión —aquí—, por algo para cuya designación no hay palabras sencillas y locales, se ve teñida de pretenciosidad pequeño provinciana, reviniendo la nata rancia en ese viaje del centro a la periferia. Muy respetable todo, claro, pero al que está en política la búsqueda del ´glamour´ o de lo ´fashion´ ya le viste y define: se trataría de la eterna pasión ´indumental´, que florece cuando la argumental falta o fenece. Lo anterior no distingue entre géneros.