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¿Cómo son, en líneas generales, las fiestas del barrio de Santa María de Gracia? ¿De qué forma las describiría?

Son unas fiestas de carácter urbano, abiertas, solidarias, participativas e inclusivas. Su carácter urbano condiciona en gran medida la oferta de actividades que se programan y realizan. Son abiertas porque no las restringimos a un ámbito localista, sino que procuramos darlas a conocer mediante acciones publicitarias, y estamos encantados de que gentes de otros lugares vengan a disfrutarlas con nosotros. Y solidarias porque, como ocurre desde que llegamos a la Junta del Distrito, las ONG y asociaciones tienen habilitado un espacio y la oportunidad de conseguir financiación para sus altruistas fines, gracias a la generosidad de nuestros vecinos.

La interactuación de estos y los visitantes es fundamental. De hecho, no tenemos ningún acto que no sea participativo. Procuramos implementar actividades en las que los colectivos que por su situación personal anteriormente estaban excluidos, ahora tengan la posibilidad de integrarse y disfrutar como los demás.

¿Cuáles son las novedades que hay este año?

Como novedad destacable hay unos talleres de cocina llamados ‘Yayochef’, en los que nietos y abuelos al alimón pasarán un ratico muy divertido preparando algún plato. También los mayores de 16 años que se inscriban podrán participar en la primera Gymkhana Virtual que se celebra en nuestra región, donde se emplea la novedosa tecnología ‘Realidad Aumentada’. Aunque para acceder a los 6 premios de 100 euros en material deportivo tendrán que superar unas pruebas de habilidad y conocimiento del barrio.

El concierto infantil que se celebró ayer en el auditorio del Jardín de Fofó a cargo del grupo Billy Boom Band tuvo la particularidad de que entre su repertorio se incluyeron cuatro canciones en inglés, cuyas letras y vídeos se repartieron por los colegios de la zona. De esta forma, los alumnos pueden reforzar su educación divirtiéndose.

¿Qué particularidades tiene este barrio tan popular de la capital murciana?

Es un barrio tranquilo, con muchas zonas verdes y dotado de casi todos los servicios que sus habitantes podemos necesitar. Nuestro principal problema es el abandono por parte del Ayuntamiento, que nos tiene el mantenimiento bajo mínimos. Esto representa un problema para los que aquí vivimos y un acicate en la misión a la que nos hemos comprometido los miembros de la Junta del Distrito.

Al igual que sucede cada año, la programación está pensada para todos los públicos...

Cuando llegamos, nos encontramos unas fiestas un poco encorsetadas y que en opinión de muchos vecinos tenían importantes carencias. Respetamos gran parte de lo que ya existía, mejorando lo que pudimos e incorporamos actividades nuevas para que todo el mundo pueda tener su trocito de fiesta.

¿Qué expectativas tiene ante esta nueva edición de las fiestas patronales?

Que todo salga de la mejor manera posible y la gente quede muy satisfecha.

¿Cuáles son los actos que más le gustan de las fiestas y por qué?

Me encanta cuando los operarios están recogiendo los elementos que se han utilizado en el último acto. Me encanta esa sensación de tranquilidad que planea en el ambiente y empiezo a pensar en el año próximo.

¿Qué mensaje enviaría a los habitantes del barrio con motivo de la llegada de estas fechas?

Que disfruten de estos días de la mejor manera posible, que están pensadas por y para ellos. Que si tienen alguna sugerencia para el año que viene no se la callen y que cuiden el barrio, que a fin de cuentas es suyo.