Apagar fuegos mientras los termómetros marcan 40 grados o más. Es lo que les toca a los bomberos que se quedan en agosto trabajando en la capital murciana. Una ciudad que ve diezmada su población, especialmente en fin de semana, dado que, quien puede, huye ante tanto calor pegando en el asfalto.

Con este panorama se encontraban este sábado los profesionales que acudían a apagar el incendio que se originaba en un cuarto piso de la avenida Europa, ya casi lindando con Abenarabi.

Después de tres horas de intensa labor, el esfuerzo se reflejaba en los rostros de estos bomberos. Hombres que se dejan la piel en el oficio de salvar la ciudad, algo que no entiende de condiciones meteorológicas. Fuego sobre fuego, y con el trabajo cumplido, algunos de estos profesionales, agotados, se refrescaban en el mismo lugar del suceso. Sanitarios (movilizados por prevención) se acercaban a ellos. Afortunadamente, en esta ocasión ningún efectivo necesitó de atención médica.

No pasó lo mismo hace unas noches, en el incendio de un garaje en Pedro Flores. Entonces, uno de los intoxicados por humo fue un bombero.