El único defecto que han encontrado los técnicos es que la cimentación del Puente Viejo ha cedido cerca de ocho centímetros en el lateral de El Carmen. Así lo ha señalado el director de la empresa Ceico, Roque Murcia, responsables de los estudios que se están llevando a cabo con georradar.

Según Murcia, las catas en el pavimento se llevaron a cabo por las grietas que surgieron en el lado de Gran Vía y en El Carmen y aunque se ha comprobado que la primera no supone ningún riesgo, la que está en el lado de la Virgen de los Peligros sí que ha penetrado hasta el pavimento original de adoquín y ha llegado a deformar los sillares de la tercera bóveda que se encontraba tapiada.

Este espacio es menor que el de las dos bóvedas grandes que tiene el puente, pero por sus condiciones especiales de soterramiento y muy poca ventilación se han colocado medidores en continuo para tener un registro de las oscilaciones que se produzcan de humedad y temperatura para recibir información de cara a conservar y mejorar la durabilidad de la piedra. No obstante, Murcia asegura no conocer qué funciones tenía esta tercera bóveda.

Además, se ha podido conocer con exactitud el espesor de los sillares que conforman la tercera bóveda (oculta junto a la hornacina de la Virgen de los Peligros) y de la bóveda norte (junto a la Gran Vía).