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El calor no dio tregua ayer a las decenas de niños que lucieron por las calles del centro de la ciudad y muy estoicamente los trajes con los que tomaron su Primera Comunión el pasado mes de mayo.

El Corpus Christi sacó ayer a las calles a los recién estrenados comulgantes que, entre bromas y risas, pasearon por el centro de la ciudad, acompañados en su paseo por orgullosos padres y abuelos que no quisieron perderse esta emotiva cita, que desde hace años se pospone de jueves a domingo para facilitar la participación de los menores.

En el solemne paseo, los niños también estuvieron acompañados por la familia de la Semana Santa, que hizo acto de presencia con las manolas, numerosas órdenes religiosas y cofradías. Además, hubo hueco para las tradición huertana, ya que los comulgantes caminaron entre pétalos de flor y romero, lanzados por las huertanas de las peñas que realizaron el recorrido subidas a un carro tirado por vacas.

A través de la plaza Cardenal Belluga, Gran Vía, la calle Conde del Valle de San Juan, Frenería y Platería, entre otras, todo el séquito, cerrado por el trono del Corpus, los sacerdotes y las autoridades locales, visitó uno por uno todos los altares generosamente engalanados e instalados en la ciudad.

Tras varias horas de desfile a más de treinta grados, la procesión regresó al punto desde el que salió, la Catedral de Murcia, donde a primera hora de la mañana se ofició una misa presenciada por miles de fieles que abarrotaron el templo.

La peña ´La Crilla, además de participar en esta procesión, también quiso tomar parte en la que se celebró en Puente Tocinos. Ángela Antolino y Valentina Jiménez, damas de Honor de las reinas de la Huerta, lanzaron flores por las calles hasta formar una aromática alfombra por la que cruzó la Sagrada Custodia y los niños que han hecho este año la Comunión.