La mayoría de las familias que viven en el poblado chabolista de Patiño viven de la mendicidad y del dinero que obtienen recogiendo chatarra, pero tienen casas y tierras en Bulgaria, su país de origen. Así lo han constatado los responsables de Servicios Sociales en el Ayuntamiento de Murcia que trabajan desde hace un par de años para intentar sacar a estas personas de la situación en la que se encuentran y escolarizar a sus hijos.

Los vecinos de la pedanía están cansados de denunciar la situación del poblado chabolista por los riesgos que conlleva, tanto de seguridad como de salubridad e higiene. No hay que irse muy atrás en el tiempo para hacer referencia a alguno de estos episodios, ya que en la madrugada de este lunes se registró un nuevo incendio en el que tuvieron que emplearse a fondo agentes de la Policía Nacional, Policía Local y los bomberos de Murcia para controlar las llamas en esta explanada que hay cerca del establecimiento comercial Makro, junto al carril del Cebadero de la pedanía de Patiño.

Las causas que originaron el fuego están siendo investigadas por Policía Nacional, ya que fueron los primeros en personarse en el lugar y son ellos quienes están instruyendo las diligencias del caso. Pero desde este cuerpo explicaron ayer que el fuego afectó a cinco de las chabolas que hay en este asentamiento. En las labores también colaboró Policía Local, que envió a tres patrullas cuyos agentes se encargaron del control del tráfico y corte de los accesos para facilitar los trabajos de los bomberos.

Esta situación no es nueva, ya que la pasada semana los bomberos también tuvieron que actuar en este punto de Patiño por otro fuego, que se vio avivado por el fuerte viento que sopló en el municipio de Murcia, que se encontraba en aviso naranja por este fenómeno.

Familias con 3 generaciones

La concejala de Derechos Sociales, Conchita Ruiz, explicó ayer que en el poblado chabolista de Patiño hay unas 60 personas y en algunas de ellas hay hasta tres generaciones «hemos encontrado a abuelos, hijos y nietos que viven de forma nómada instalándose de un lugar en otro». En este caso indicó que en los últimos dos años se está haciendo desde Derechos Sociales un seguimiento especial a las familias búlgaras que viven en este asentamiento de Patiño, tanto desde la Unidad de Trabajo Social de la pedanía como desde el SEMAS (Servicio de Emergencia Móvil y Atención Social).

«Estamos trabajando para facilitar el empadronamiento y así poder escolarizar a los menores que viven con ellos, a la vez que se les gestionan ayudas», indicó Ruiz, quien reconoció que «el tema de la escolarización está siendo muy complicado, ya que los padres no perciben la importancia de que sus hijos vayan al colegio y ponen bastantes problemas».

Además, informó de que la mayoría de las familias que viven en el poblado de Patiño provienen de otros asentamientos de zonas como Los Dolores, Beniaján o Torreagüera, «llevan una vida nómada y cuesta mucho trabajo hacerles cambiar la forma de pensar y su estilo de vida, aunque trabajamos con ellos para darles otra oportunidad». Sobre el acceso a una vivienda, la concejala Conchita Ruiz destacó que han detectado que estas personas tienen tierras y viviendas en su país de origen, pese a que se resisten a vivir en una casa aquí y llevan esta vida nómada de un lado para otro. «Vienen como una forma de obtener ingresos, ya sea a través de la mendicidad o la venta de chatarra», señaló la responsable de la Concejalía de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Murcia.