Aunque algunos no lo consideren como tal, el Graffiti se ha convertido en un arte totalmente integrado en la cultura actual, desde sus inicios en los 60 y principios de los 70 hasta hoy en día. Cada vez es más frecuente ver paredes o murales llenos de estas pinturas tan características.

Salvo que esté pactado con los propietarios del edificio o de las tiendas donde se suelen situar, son ilegales, aunque hay que reconocer que algunas son auténticas obras de arte. Está tan aceptado que ya hay gente que contrata grafiteros para decorar sus casas. Se ha convertido en un arte con sus propias exposiciones e incluso ha conseguido hacerse un hueco en museos importantes.

Murcia se convirtió el pasado mes de diciembre en la primera ciudad de España con una Oficina Municipal del Graffiti, que tiene como objetivo acabar con las pintadas en lugares inadecuados y, a la vez, ofrecer lugares donde realizar pintadas a los grafiteros.

En los muros de la ciudad pueden encontrarse verdaderas obras de arte.

Considerado vandalismo por muchos, en España existe una gran cultura del Graffiti, que empezó en nuestro país con la movida madrileña en los años 80 y su representante más popular, Muelle.

Pintura de Sam3 en la Ribera del Manzanares en Madrid

Uno de los grafiteros con sello personal más reconocidos y reconocible de España es el murciano Sam3, cuyas pinturas han llegado a algunos sitios tan carismáticos como la Ribera del Manzanares en Madrid.