«La Biblioteca está paralizada». Es lo que aseguraba ayer su director, Antonio Prats. Para que la población tenga «conocimiento de causa» de lo que sucede,explicó que la Biblioteca Regional hace unos 3.000 nuevos socios cada mes, a quienes se les entrega una tarjeta de usuario. Sin embargo, alertó de que la última caja de mil carnés en blanco disponibles se acabó hace dos semanas, y el centro no tiene presupuesto para comprar más tarjetas de usuario.

«Es un poco triste pero es la realidad», recalcó Prats, quien añadió que la Biblioteca tampoco puede ofrecer a los usuarios DVD's, libros y CD's que ha adquirido porque no tiene dinero para ponerles la etiqueta de radiofrecuencia para evitar el hurto.

Por tanto, el director hizo hincapié en que la Biblioteca está «paralizada», y que las enmiendas no solo han afectado a los 17 trabajadores que «tendrían que ir a la calle», sino que también supone detraer 30.000 del capítulo de gasto corriente de luz, cuando la partida inicial «estaba ajustada y era un poquito menor al gasto del año pasado».

Esto implicaría que, en caso de no resolverse el asunto, la Biblioteca tendría que cerrar porque no podría pagar la luz a partir del mes de septiembre. «Es así de triste», lamentó el director.

La consejera de Cultura, Noelia Arroyo, recordaba ayer que el recorte de la partida fue de un 87 por ciento respecto a la que estaba prevista y afectaba a 17 trabajadores, además de la imposibilidad de abrir sus puertas durante la jornada del sábado «en el horario acostumbrado». En concreto, el servicio «se ponía en riesgo a partir del 1 de junio», apuntó.

«Afortunadamente, el PP ya ha presentado una moción para corregir y rectificar esa enmienda, con el fin de que podamos garantizar la apertura los fines de semana, tal y como estaba previsto, y que no se tenga que proceder a despedir a trabajadores que prestan sus servicios, precisamente, vinculados a los fines de semana», manifestó la consejera.

El objetivo, añade, es que recuperar la partida como estaba prevista en al Ley de Presupuestos y que la Biblioteca «siga prestando el servicio de calidad y excelencia al que nos tiene acostumbrados, garantizando el servicio que merecen los ciudadanos, que cada vez usan más sus servicios», dijo.

Así, Arroyo criticaba el hecho de que se acuse al Gobierno regional de «alarmismo», porque la Comunidad «ha aportado los documentos, las cifras de inicio, las partidas que se han modificado en las enmiendas y, ahora, la corrección introducida por el PP», según aseguró. Considera que «no cabe mayor interpretación ante partidas tan evidentes y tan reales».

A este respecto, emplazaba a la oposición a que «rectifique».

«Si la oposición hubiese mejorado el servicio que presta la Biblioteca, nosotros no hubiéramos tenido ningún inconveniente en llevarlo a la práctica, pero si es para perjudicar a los usuarios de la Biblioteca volveremos a restituir esa partida», subrayó la consejera de Cultura de la Región.