Frecuentaba los parques en busca de sus víctimas, siempre niños que tenían entre 9 y 11 años. Se dirigía a ellos y les ofrecía regalos, como juguetes o sortijas y pulseras, y después los invitaba a jugar al ordenador. Cuando se había ganado la confianza de los pequeños, los acompañaba a su casa, una vivienda insalubre donde presuntamente les hacía tocamientos y abusaba sexualmente de sus víctimas. Hasta esta semana. La Policía Nacional detuvo en Murcia al presunto pederasta, un hombre de 49 años que ya fue arrestado hace diez años en Madrid por hechos similares, como supuesto responsable de cometer abusos a tres niñas y a tres niños.

Una niña desapareció

La madre de una de las víctimas denunció el pasado 5 de noviembre los hechos al desaparecer su hija, de 11 años, durante una noche. Fue así como se originó una investigación policial en el distrito de San Andrés (Murcia), que terminó con la detención del supuesto pederasta, según indicaron ayer fuentes policiales en un comunicado de prensa.

Los agentes comenzaron las primeras investigaciones indagando en los círculos más cercanos de la víctima, que en este caso fue en la comunidad china, el país de procedencia de la familia. Tras las declaraciones de otros compañeros de la niña desaparecida, a las seis de la tarde del día siguiente se localizó a la pequeña, que se encontraba junto con una amiga de su misma edad cuando ambas regresaban al domicilio.

Las pesquisas, que intentaban averiguar dónde y con quién había estado la niña durante todas esas horas, condujeron a los agentes a una vivienda abandonada de la capital murciana. Allí acudían los pequeños a jugar con un hombre que les daba muchos juguetes y jugaban con ordenadores, siempre según la versión de otros niños compañeros de la desaparecida y de ella misma.

La Policía pudo identificar a un hombre de 49 años, cuyas iniciales no trascendieron, que contaba con antecedentes por pederastia, puesto que había sido detenido en 2005 por supuestos abusos sexuales a menores en la capital española. Su modus operandi consistía en captar a los niños en un parque y luego los conducía a su domicilio para abusar de ellos, donde «principalmente les realizaba tocamientos», según la investigación de la Policía.

Los agentes arrestaron al sospechoso y después registraron su domicilio, una vivienda que se encontraba «en total estado de insalubridad y abandono». En el interior del hogar había juguetes, ropa, dibujos infantiles y un colchón. La Policía se incautó de los juguetes, así como de productos de bisutería infantil como pulseras y sortijas; además de tres ordenadores, dos discos duros, dos pendrives, cuatro teléfonos móviles, pequeñas cantidades de marihuana y hachís, así como dibujos y anotaciones infantiles.

La operación fue llevada a cabo en menos de un mes por agentes de la Brigada Provincial de la Policía Judicial, el grupo de Menores, de la Jefatura Superior de Policía de la Región.

Incremento de estos delitos

El Tribunal Supremo (TS) ha constatado un incremento en los últimos meses de los recursos de casación que afectan a sentencias de abusos sexuales a menores, según recoge Efe. Los magistrados de la Sala de lo Penal, encargada de revisar estos casos, aprecian que siguen un patrón similares y avisan de que, en un alto porcentaje, las víctimas denuncian tarde por miedo o coacciones de su agresor.