En esta operación, enmarcada en el Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual, puesto en marcha en 2013, se ha localizado a 349 posibles víctimas de explotación en los clubes. La mayoría son ciudadanas extranjeras que proceden de los estratos sociales más bajos de sus países de origen y que constituyen el principal pilar sobre el que se sustentan sus familias tanto en España como en dichos países. En los clubes eran obligadas a acatar toda una serie de normas impuestas por las organizaciones sobre cómo debían vestir y comportarse con los clientes, cómo realizar los servicios sexuales (imponiéndoles criterios como la no utilización de preservativos para determinados actos) y con un sistema de multas que debían abonar por diversos conceptos, como llegar tarde a la sala. Cada local tenía sus propias especificidades. e. p.