Los trastornos que sufre por su adicción al consumo de drogas fue una de las causas tenidas en cuenta por el Juzgado para decretar la prisión de Julio G., el hombre que se atrincheró hace unos días en su vivienda armado con una pistola, con la que disparó contra quienes trataban de que depusiera su actitud.

Así se recoge en un auto, en el que señala que esos incidentes, que se prolongaron durante varias horas, tuvieron su origen en la negativa de su madre a darle dinero para comprar heroína.

"Caso de quedar en libertad -indica el Juzgado- si vuelve a pedir dinero para droga y no se lo dan, ya que él no lo tiene, el pronóstico indica que reaccionará violentamente".

La resolución añade que la medida de prisión, solicitada por el fiscal, está justificada también por el riesgo de fuga, dadas las elevadas penas que podrían serle impuestas de prosperar los delitos que se le atribuyen, que son dos delitos de tentativa de asesianto, dos de atentado y uno de tenencia ilícita de armas.

Y añade que ese riesgo de que se sustraiga a la acción de la justicia existe, igualmente, porque no tiene familiares a su cargo y, por tanto, carece de arraigo familiar, además de no tener tampoco arraigo laboral o económico.

El auto en el que se acuerda la prisión provisional, comunicada y sin fianza recoge que el detenido disparó contra los agentes de la policía local que trataron de acceder a la habitación de la vivienda donde se había atrincherado.

Asimismo afirma que con posterioridad, disparó contra los agentes del grupo de operaciones especiales de la Policía que, finalmente, lograron detenerle.

La resolución ha sido recurrida por el letrado de Julio G., el abogado Raúl Pardo-Geijo Ruiz.