"Es una muestra más de la gestión sostenible de los residuos sólidos urbanos que se realiza en Murcia, cumpliendo las directrices del Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Limpieza Urbana y Gestión de Residuos, que dirige José Ros, y la empresa concesionaria del servicio, Cespa", han indicado.

La incorporación de criterios ambientales, en este caso, con la obtención de biogás, tiene dos consecuencias positivas inmediatas: por un lado, se deja de emitir 77.000 toneladas de CO2 a la atmósfera y, por otra parte, el Ayuntamiento logra un aprovechamiento energético a través de esta energía alternativa.

Y es que, la Planta de Extracción de Biogás del Vertedero Controlado de Murcia se puso en marcha con un primer motor instalado en el Centro de Tratamiento de RSU en 1999 y ha servido de modelo para la creación de otras en España y Europa. Actualmente existen tres motores en funcionamiento.

Asimismo, la instalación permite la extracción del biogás generado en el vertedero y su conversión en energía eléctrica para el autoabastecimiento del centro de tratamiento, aunque la mayor parte de la energía eléctrica conseguida -más de 14.000 Kw/h en 2011- se emplea en abastecer a la ciudad mediante su envío a la red eléctrica.

Esta obra de ingeniería medioambiental representa un elemento necesario para controlar la emisión de gases, favoreciendo su eliminación e impidiendo que se puedan generar bolsas de gas metano en el interior del vertedero.

A través de una sofisticada red de pozos de captación y tuberías que recorre el centro, se conduce el biogás hasta una estación de control primario donde se mide sus condiciones naturales y riqueza energética. Posteriormente, se combustiona para poner en movimiento los motores generadores de energía eléctrica.