El arquitecto Ricardo Bofill ha dicho hoy que los vecinos del barrio murciano de La Paz le mostraron ayer su frustración porque no se hayan iniciado ya las obras después de cinco años en que el promotor José López Rejas le presentase el proyecto, y aseguró que es el momento de que se inicien y dejar las luchas intestinas.

Bofill, que ha dado a conocer su diseño para rehabilitar La Paz en un encuentro en Murcia sobre Asuntos Sociales de colectivos desfavorecidos de "Eurocities", calificó a López Rejas como "un genio visionario" que ha logrado conocer las necesidades de los 1.502 vecinos del barrio y de las 119 escaleras del barrio.

Bofill reconoció que inicialmente no veía factible el proyecto por el "encaje de bolillos" que suponía "la ingeniería social", de la que se ocupó López Rejas, logrando "toda una ciencia sobre la que tendría que escribir un libro".

Recordó que él mismo recibió hace más de 5 años en su Taller de Arquitectura al promotor, quién se iría mas tarde a ver a otros arquitectos famosos, pero que ya entonces Bofill le advirtió que iba a regresar a su estudio porque el tipo de profesionales al que se dirigía el empresario murciano "no saben nada de vivienda social" y "son un fracaso y un desastre" en ese campo.

Puso como ejemplos de esos arquitectos "de marca" a Guggenheim y Moneo, de los que dijo que son creadores de iconos "caros" que repiten por varias ciudades del mundo.

Subrayó que López Rejas "ha apostado fuerte sin pretensiones económicas" en un tema urbano y social en el que el Taller de Bofill "ha puesto mucha ilusión", y sobre el que los trámites están gestionados, según le confirmó el alcalde, Miguel Ángel Cámara.

"Ahora ha llegado el momento de dejarse de trámites, papeleos y de luchas intestinas", afirmó, y remarcó que como arquitecto no está interesado en la política, sino "en que la gente viva mejor".

A su juicio, el ministerio de Vivienda se debería de ocupar mas en este tipo de temas, debería centrarse mas en las ciudades.

Confió en que lo que se haga en La Paz no solo sirva de modelo para Murcia, sino que se pueda extrapolar a otras ciudades, y puso el ejemplo de Rusia que en cuanto a vivienda económica y social "está mas avanzado que en Europa".

Para Bofill, las ciudades no tienen que separar a la gente humilde de la que ha tenido mas suerte en la vida, debe mezclarlas y también mezclar las funciones, por lo que criticó la arquitectura moderna que separa en ciudades dormitorio, de negocio o de centros comerciales, porque consideró algo "peligroso" en cuanto conforma fragmentos y discontinuidad, es decir, "ciudades rotas".

Comentó que las escuelas de arquitectura defienden actualmente esta teoría de la ciudad "rota o deconstruida" en la que promueven plazas "duras sin árboles" y proponen "aberraciones" contrarias a las ciudades tradicionales que todos conocemos, con calles, historia y parques verdes.

La respuesta de "Eurocities" a la exclusión residencial y a la situación de carencia de hogar tiene como ejemplos el de Ámsterdam, Helsinki o Viena, en donde el precio de la vivienda social se fija a un nivel que está por debajo del precio de mercado, o Dublín, Londres y Madrid, que han introducido objetivos que tienen en cuenta la vivienda asequible a la hora de planear y construir promociones nuevas.

Además en Ámsterdam la legislación sobre alquiler establece un tope, y en Newcastle se mejora la calidad de las viviendas ofreciendo aislamiento y calefaccion gratuita o a un precio reducido, junto con asesoramiento sobre eficiencia energética a los hogares con ingresos bajos.

En Dublín, Oslo y Helsinki se ofrece alojamiento a largo plazo a las personas sin techo, tema éste que será tratado dentro de dos días en un encuentro que tendrá lugar el día 15 en Munich.

Eurocities fue fundado en 1986 por las ciudades de Barcelona, Birmingham, Frankfurt, Lyon, Milan, y Rotterdam, y actualmente lo componen casi doscientas ciudades europeas de mas de 250.000 habitantes que forman una plataforma política que actúa como canal de comunicación con las instituciones europeas.