El esqueleto ya lo tenemos. Ahora hay que quitarle la carne". El "esqueleto" al que se refiere el arquitecto Manuel Clavel es la estructura del aparcamiento subterráneo de la avenida Libertad y "la carne" es la tierra. "La estructura del parking ya está terminada, pero tenemos que vaciar de tierra cada una de las cinco plantas y el trabajo es como el que se hace en una mina". En compañía de su padre, Luis Clavel -ambos forman el estudio Clavel Arquitectos, autores del proyecto del parking de 831 plazas (507 para residentes) adjudicado a New Capital 2000-, el joven arquitecto guió ayer a la concejala de Seguridad, Nuria Fuentes, por las obras, que se encuentran en su ecuador. En total, se han clavado 150 pilares prefabricados a una profundidad máxima de 38 metros, si bien la quinta planta del parking estará a 18 metros.

En este momento, dos máquinas trabajan en el vaciado de la estructura de la segunda planta. La primera, la más próxima a la superficie, ya está preparada, con las cinco rampas de acceso ya proyectadas. Conforme vayan vaciando cada planta se irá construyendo el forjado de cada piso hasta llegar a la quinta. "Las armaduras de los forjados van atornilladas", apuntaba como detalle Manuel Clavel, quien insiste que las dos premisas de la obra son la seguridad y la rapidez por los plazos. "Es la primera vez que en España se utiliza este sistema constructivo de pilares prefabricados hincados, pero es el que más garantías de seguridad nos da, sobre todo por la proximidad de los edificios". Para dentro de siete meses ya se podrá circular por la avenida Libertad, que experimentará una transformación evidente -aceras de ocho metros en el lado de El Corte Inglés y de tres en el otro, tres calzadas y escaleras mecánicas para el parking- y la instalación aún tardará unos meses más en inaugurarse. Antes del verano abrirán un enlace entre Díez de Revenga y Poeta Cano Pato.

Fuentes aseguró que "el PP cumple lo que promete" y que el parking sólo busca facilitar el acceso al centro comercial de Murcia y responder a una demanda ciudadana de plazas de aparcamiento a precios asequibles en un lugar con numerosos edificios sin garajes.