Ante el problema que supone para la naturaleza el descenso de la población de los insectos, Águilas ha decido llevar adelante un plan para proteger a estos animales: son los llamados 'hoteles para insectos', una serie de habitáculos para proteger a las especies que se han repartido ya en el colegio aguileño Mediterráneo y que se colocarán también en otros centros del municipio que alberguen huertos urbanos.

Fueron los miembros de la Asociación de Familias y Personas con Enfermedad Mental de Águilas y Comarca (Afemac) quienes hicieron entrega la pasada semana de un total de diez 'hoteles para insectos' a los estudiantes del colegio Mediterráneo.

La edil de Medio Ambiente de Águilas, Isabel María Torrente, que estuvo presente en el acto, explicó que estos habitáculos son «casetas con varios compartimentos de materiales que se pueden hallar en la naturaleza, como los trozos de madera, las piñas y las cañas, y que sirven de alojamiento e hibernación para diversas especies de insectos».

La concejala detallaba además que los próximos 'hoteles para insectos' se distribuirán en la Escuela Infantil El Pajarico, en el Huerto Social y en el Comunitario Huerto de David, así como en los colegios Joaquín Tendero, Ramón y Cajal, El Rubial y Las Lomas.

La caída de la población de los insectos es una realidad «alarmante» debido a la importancia que tienen para la agricultura, ya que «cerca del 80% de las plantas que cultivamos depende de estos polinizadores».

Además, «más de tres cuartas partes de las flores salvajes necesitasn de estos animales para desarrollar el fruto y la semilla, que sirven de alimento a otras especies», agregó la concejala.

Proyecto 'Bosques para Águilas'

La edil anunció también la aplicación de una nueva fase del llamado proyecto Bosques para Águilas. A través de esta iniciativa, los alumnos de los centros educativos de la localidad elaborarán 'bombas' compuestas de «arcilla, turba y semillas de pino piñonero, pino carrasco, algarrobo y almez». El objetivo es evitar «la deshidratación de los cultivos al tiempo que protegen de aves e insectos». La arcilla de estas 'bombas' «permanecerá inalterable mientras el ambiente sea seco pero en el momento en que la lluvia caiga sobre las bombas liberará la semilla permitiendo su germinación», explicaron.