El Pleno del Ayuntamiento de Lorca aprobó ayer, con los votos a favor del grupo popular y en contra de Ciudadanos, Izquierda Unida-Verdes y PSOE, la modificación de ordenanzas fiscales para el ejercicio 2018 que tendrán reflejo en los presupuestos municipales que se aprobarán antes de que finalice el año. «El Consistorio de Lorca afrontará el próximo año bajando y congelando los impuestos, que no cargarán la subida del IPC, estableciendo bonificaciones para más de 400 familias numerosas y con situación especial», según explica el concejal de Economía y Hacienda, Juan Francisco Martínez.

Los lorquinos, según el edil, se ahorrarán de forma general el 1,8% de subida en el IPC, mientras que «se suprimen las subidas previstas en el Plan de Ajuste que afectaban al IBI rústico (en un 10%) mientras que el Impuesto de Actividades Económicas se bonificará al máximo permitido por la ley».

Según Martínez, «estas ordenanzas contribuyen a que la presión fiscal en Lorca sea la más baja de la región, al tiempo que se garantiza la prestación y ampliación de todos los servicios públicos». El sello del coche, según el concejal, «sigue congelado por quinto año consecutivo, lo que está suponiendo un ahorro para los bolsillos de los ciudadanos». El precio público del agua evitará también la subida del IPC. La expedición de documentos registra, por su parte, exenciones en volantes de empadronamiento y certificados de bienes para la solicitud de trámites como el carné de familia numerosa.

La reactivación del casco histórico también será impulsada mediante una bonificación del 75% del Impuesto de Construcciones para obras de construcción, reforma, rehabilitación y adecuación de toda clase de inmuebles. Para Martínez, «éstas son las mejores ordenanzas de la historia», mientras que para el alcalde, Fulgencio Gil, «son unas ordenanzas realistas que apuntan, principalmente, a una más de probable bajada del IBI para el año que viene, algo que haremos a través de solicitar al Ministerio la revisión a la baja de la ponencia de valores que nos dejaría en el 50% que marca la normativa legal».

Aún así, los grupos de la oposición votaron ayer en contra. El portavoz de Ciudadanos, Antonio Meca, dijo que «a pesar de lo que diga el concejal, el Impuesto de Bienes Inmuebles, sube un 2%, pese a que en el año 2015 el equipo de gobierno anunció que lo bajaría, porque primero lo bajó un 8% y luego lo subió un 10%».

El portavoz de Izquierda Unida-Verdes, Pedro Sosa, señaló que no se han tenido en cuenta sus aportaciones y propuestas, como la de subir a los bancos el IBI por las viviendas que mantienen cerradas. Por su parte, el viceportavoz segundo del grupo socialista, Isidro Abellán, calificó las ordenanzas como «retrógradas, continuistas y de puro trámite» y lamenta que el PP «siga apretando el bolsillo de los ciudadanos subiendo impuestos».