La Audiencia de Alicante ha absuelto a una vendedora ambulante de lotería y a su marido del delito contra el patrimonio del que estaban acusados, al no considerar probado que se apropiaran de un décimo premiado con 100.000 euros que previamente había reservado un cliente. La Fiscalía pidió durante el juicio celebrado el 10 de julio que ambos fueran condenados a dos años de cárcel, mientras que la acusación particular elevó hasta los tres años de cárcel su petición de pena para cada uno de los cónyuges. Los hechos se remontan al 10 de noviembre de 2012, cuando el dueño de un bar de Monóvar (Alicante) llamó a la mujer para pedirle que le reservara dos décimos.