­El juez ha acordado el archivo de las diligencias incoadas contra el alcalde de Fortuna, Matías Carrillo, y otros cuatro funcionarios por un supuesto delito de coacciones y dos de prevaricación administrativa por inventariar un bebedero de avifauna a favor del Consistorio.

Carrillo declaró el miércoles durante más de dos horas ante el titular del juzgado de instrucción número uno de Cieza tras la denuncia que unos vecinos de la pedanía de la Garapacha, en Fortuna, interpusieron contra el primer edil y varios trabajadores del Consistorio por un presunto delito de prevaricación y acciones contra medioambiente, al considerar estos vecinos que el Ayuntamiento quería urbanizar un trozo de terreno que es de su propiedad.

El primer edil, tras su declaración como imputado, aclaró ante los medios de comunicación que «la única actuación que el ayuntamiento de Fortuna ha hecho ha sido la de denunciar que unos señores han quitado una cubierta de un lavadero público en una pedanía».

Los hechos se remontan al principio del verano pasado, cuando los propietarios de un abrevadero situado en el paraje de Hacienda Casa del Cura, en la pedanía de La Garapacha, denunciaron al ayuntamiento de Fortuna y a la dirección general de Bellas Artes y Bienes Culturales por un posible delito de prevaricación y otro relativo a la protección de la flora y la fauna, después de que el Consistorio pusiera una techumbre para salvaguardar, según el primer edil, «un bien de interés público que ha sido utilizado por todos los vecinos desde tiempo inmemorial». Carrillo asegura que estos vecinos «están haciendo un uso particular de un bien que es público».

Sin embargo, desde la perspectiva de los propietarios, el asunto se ve como una intromisión de los poderes públicos hacia una propiedad privada, la cual, y según éstos, quería ser urbanizada por el Ayuntamiento. Según los propietarios de la Casa del Cura, «el Ayuntamiento pretende a toda costa invadir y ocupar como pública una propiedad que siempre ha sido privada».