El Tribunal Superior de Justicia de Murcia dio la razón a la Asociación de Vecinos de Playa Grande, que denunció al ayuntamiento de Mazarrón por los ruidos que producían en sus casas los bares de copas situados en los bajos de sus viviendas de la plaza de Bucaneros, donde cada noche estival se concentraban cientos de jóvenes hasta las seis de la madrugada.La medición de ruido superaba los 80 decibelios, el doble de lo permitido, por lo que presentaron más de 200 denuncias. El Ayuntamiento fue condenado a pagar una cantidad estimada en el 50% del alquiler del domicilio de la decena de propietarios afectados, estimado en 600 euros al mes en invierno y 2.000 euros al mes en verano, más 3.000 euros por vecino y costas.