Renovado el año pasado, el ´SUV´ más benjamín de Ford juega sus bazas dentro de un segmento en el que manda la practicidad y también el diseño. No tanto los motores diésel, así que nosotros hemos elegido una unidad dotada del eficiente propulsor de gasolina de un litro y tres cilindros que se implantó precisamente en la citada puesta al día.

Pero, comenzando por su exterior, el Ford EcoSport es un vehículo de poco más de cuatro metros de largo, con una estampa muy ´chic´. Dependiendo de la versión y equipamiento, puede estar levantado del suelo entre 16 y 20 centímetros, eso le permite salvar algún obstáculo ciudadano, como aceras o bordillos, o bien campestre que no presente mucha dificultad (no puede tener tracción total ni programas de avance ´off-road´). Aun así, su estética agraciada da de lleno en la moda de ´coche alto´ que tantos adeptos ha ido ganando.

Lo cierto es que su postura de manejo alta mejora la visibilidad en la urbe, un ámbito en el que se desenvuelve a placer por su acertada compacidad. Fuera de ella funciona bien, destacando las versiones más potentes que lo mueven con mayor decisión que las mecánicas de base. Más adelante veremos la carta de propulsores. Otro detalle que ha cambiado es que ahora la rueda de repuesto puede o no ir en el exterior del portón trasero. Si se instala ahí, esta opción cuesta 200 euros (antes de la actualización del año pasado iba siempre iba en esa posición); si se deja el portón limpio, entonces se incluye un kit de reparación de pinchazos.

Dentro hay bastante espacio para las dimensiones de la carrocería y encontramos materiales sencillos pero bien acabados. Ahora aparecen más detalles vistosos y han cambiado algo los colores del salpicadero. Es mejor detenerse un rato para aprender las funciones del sistema multimedia debido a la cantidad de botones que tiene, aunque en general el manejo es intuitivo y no presenta grandes problemas. El maletero, varía su capacidad entre los 310 y los 375 litros, dependiendo del ángulo de los respaldos de la bancada trasera.

La gama mecánica del EcoSport comprende tres niveles de gasolina (1,0 l. EcoBoost con 125 y 140 CV y 1.5 l. de 112 CV) y un diésel (1,5 l. TDCi de 95 CV). En todos los casos, el cambio es manual de cinco relaciones, pero el gasolina 1,5 l se puede asociar con una caja automática de seis relaciones. Nosotros probamos la versión más potente de gasolina, que con sus 140 CV, convierten al EcoSport en un vehículo ágil y divertido.

Ya conocíamos las virtudes de las mecánicas EcoBoost de Ford, eficientes, silenciosas y de suficientes prestaciones. El bloque tricilíndrico de un litro y 140 CV es un claro ejemplo de la corriente ´downsizing´ que siguen muchos fabricantes. Se comporta de manera muy digna, a la vista de sus prestaciones (11,8 segundos en el ´cero a cien´ y 185 km/h de punta), con un consumo combinado de 5,4 litros por cada 100 km. El tarado de las suspensiones, si bien nos parece algo firme, no perjudica a los ocupantes en viajes largos y permite comodidad de marcha, algo a lo que contribuye también el poco ruido del motor a velocidad sostenida.

Hay tres líneas de dotación disponibles para nuestro EcoSport: Trend, Titanium y Titanium S. El primero de ellos monta elementos como aire acondicionado, ordenador de viaje, asiento trasero abatible en partes asimétricas, antinieblas o guantera refrigerada. El siguiente escalón añade llantas de 16 pulgadas, climatizador, tapicería parcialmente cubierta en cuero, elevalunas eléctricos a las cuatro ventanillas, detalles cromados, apertura y arranque sin llave y raíles en el techo. Por último, el acabado Titanium S completa todo lo demás con llantas de 17 pulgadas exclusivas, cristales tintados, suspensión más firme y el sistema de sonido SONY con la completa conectividad SYNC de Ford.

El precio del Ford EcoSport 1.0 EcoBoost de 140 CV es de 14.286 euros para el nivel de acceso Trend. Si lo preferimos con el acabado Titanium vale 15.536 euros y con el tope de gama Titanium S, el precio es de 16.386 euros.