Después de crecer el doble respecto al año pasado (y eso que no ha desarrollado modelos nuevos y ha tenido que superar diferentes crisis internacionales), los responsables de SsangYong esperan vender más de 3.300 unidades en este 2015. Pero para no romper esta tendencia y afianzar ese crecimiento, es fundamental el nuevo Tívoli, un vehículo con el que la marca coreana más antigua empieza una nueva era. Y lo hace en uno de los segmentos más importantes y crecientes de nuestro mercado, los SUV B, donde militan modelos como el Juke, Captur, Mokka€ Del nuevo Tívoli, el fabricante espera matricular entre 2.000 y 3.000 unidades al año, lo que supondría una cuota de entre el 3 % y el 4 %, gracias a su acertada línea, su ajustada relación precio/producto y a una gama con modernos motores de 1.6 litros, gasolina y diésel, en 4x2 y 4x4, con cambios manuales y automáticos, más tres completos niveles de equipamiento.

El Tívoli ha necesitado de 4 años de desarrollo, 280 millones de euros de inversión y 5 prototipos diferentes para configurar un moderno y atractivo SUV de 5 plazas y el maletero más amplio de su segmento (423 litros), resultando solamente 23 cms. más corto que el Korando. Es el primer SUV B coreano y su calidad interior supera con claridad a la media, así como el nivel de equipamiento en los tres niveles disponibles.

Por fuera, el nuevo SsangYong aparece con líneas robustas en su carrocería de 4,20 metros. Destacan en ella la elegante parrilla delantera, flanqueada por los proyectores que incluyen la luz de marcha diurna con Leds. Los pilares del parabrisas están pintados de negro brillante y se subrayan las ventanillas con una tira cromada. Los laterales van esculpidos con unas nervaduras prominentes y la trasera, de aspecto sólido y vanguardista, se remata con un alerón de serie. Dentro sigue esa tendencia con trazos marcados y superficies llenas de detalles, y adopta materiales de tacto blando en los lugares más visibles.

La oferta mecánica comprende un propulsor de gasolina 1,6 l. de 128 CV y un próximo diésel de también 1,6 l. que rinde 115 CV. Estará disponible la tracción total con la llegada de la mecánica de gasóleo en septiembre, que además contará con la posibilidad de bloquear el reparto de par entre los dos ejes al 50 % (por debajo de 40 km/h) para salvar una situación más complicada. También llegará un cambio automático de convertidor de par con seis marchas, por lo que el Tívoli podrá tener más combinaciones de motor, cambio y tracción que la mayoría de sus rivales.

En nuestra toma de contacto tuvimos la oportunidad de rodar con un gasolina 4x2 manual en su configuración más lujosa. Lo primero a destacar es que las fotografías no le hacen justicia, en ellas no se observa lo complejo y moderno de sus trazos (toma lo mejor de un Evoque en su techo o superficie acristalada, lo mejor de un Juke en sus marcados pasos de rueda, etc.) y tiene curiosidades como sus luces diurnas traseras. Lo mismo sucede en el interior, donde, espacio al margen, ajustes, diseño, acabado o tacto de materiales están por encima de lo acostumbrado en el segmento.

Por lo que respecta a la dinámica, nos ha gustado su sencillez de manejo y su contundente frenada. El chasis es capaz de soportar mucha más potencia de la generada por su voluntarioso motor que si bien resulta elástico y suficiente en carretera, es algo más torpe en arrancadas desde parado (como sucede con todos sus competidores, por otra parte).

Con todo, lo mejor es su relación precio/producto. Disponible desde 14.900 euros menos PIVE en gasolina o 18.000 euros menos PIVE en diesel, no encontraremos nada tan competitivo en su competido segmento.