La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) considera que las ayudas públicas que ha recibido el sector del automóvil -tanto en el ámbito industrial como en el comercial- pueden convertirse en un lastre para que esta industria acometa la reconversión que necesita de cara al futuro. En su último informe sobre perspectivas económicas, la OCDE dedica un capítulo entero a la situación de la industria del automóvil.

Así, reconoce que la automoción se encuentra entre los sectores "más golpeados" por la recesión. Sin embargo, puntualiza que la caída de las ventas de coches no ha sido más profunda de lo observado en el pasado. La organización admite que los planes de ayuda a la compra de automóviles implementados por diferentes países, entre ellos España, han propiciado un aumento de la demanda a corto plazo, pero advierte de que medidas de este tipo impedirán, previsiblemente, los cambios estructurales que la industria necesita en los próximos años. En este sentido, sugiere que una vez que expiren los programas de incentivos, las ventas de automóviles volverán a caer, toda vez que, al tratarse de iniciativas limitadas en el tiempo, el efecto que producen es un adelanto en las compras. Además, la OCDE cuestiona la eficacia de estos planes para reducir las emisiones de efecto invernadero.

La UE debate el futuro de Opel

Hoy, precisamente, los Ministros de Industria de la Unión Europea asisten a una reunión informal convocada en Bruselas por el comisario del ramo, Günter Verheugen, para discutir sobre el futuro de las plantas de Opel en Europa. General Motors ha reconocido que necesita ayuda pública para acometer el plan de reestructuración de Opel/Vauxhall y la Comisión Europea quiere evitar que los gobiernos se lancen a una competición de subvenciones. "La Comisión es estrictamente contraria a cualquier carrera de ayudas estatales. Necesitamos una solución europea basada en criterios meramente económicos", dijo a comienzos de semana el comisario Verheugen.